FUENTE: La Razón
Silenciosa e invisible, la diabetes es una de las cartas más peligrosas con las que juega a su favor el Covid-19 para adueñarse del organismo de los pacientes y agravar su pronóstico. Ahora la investigación quiere dar un paso más allá, ya que la evidencia emergente sugiere que el nuevo coronavirus de Wuhan podría desencadenar la aparición de nuevas diabetes. Así lo advirtieron hace pocos días investigadores del King’s College de Londres y de la Universidad de Monash en Melbourne en una carta publicada en la revista «New England Journal of Medicine».
«Existen observaciones que revelan la aparición repentina de diabetes en pacientes con Covid-19 grave que previamente no tenían esta enfermedad. Suponemos que algunos de estos casos representan una diabetes preexistente que el paciente desconocía y que se revela mediante pruebas de laboratorio realizadas durante un ingreso hospitalario. Sin embargo, creemos que, dadas las manifestaciones atípicas de diabetes reportadas hasta ahora en Covid-19 y la evidencia de que el SARS-CoV-2 puede atacar el páncreas y otros órganos metabólicos importantes, resulta bastante plausible que el nuevo coronavirus también pueda desencadenar la aparición de diabetes en personas sanas y sin antecedentes», explica a A TU SALUD Francesco Rubino, profesor de cirugía metabólica en el King’s College de Londres, quien ha impulsado el registro internacional CoviDiab «con el objetivo de descubrir con qué frecuencia sucede esto».
La hipótesis no resulta descabellada, pero sí es muy compleja de comprobar, tal y como advierte Eduard Montanya, director científico del Ciber de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas, Ciberdem, pues «se trata de una posibilidad que todavía es muy incipiente y demostrar una vinculación directa resultará complejo, ya que estamos hablando de una enfermedad concomitante».
Daño al páncreas
Sin embargo, existen pistas suficientes para lanzar la caña en busca de una explicación. Así lo cree Paul Zimmet, profesor de diabetes en la Universidad de Monash (Melbourne), presidente honorario de la Federación Internacional de Diabetes y codirector del registro CoviDiab, quien recuerda que «en la epidemia de SARS se demostró que aquel coronavirus estaba asociado con una nueva diabetes tipo 1 porque causó daño directo a las células productoras de insulina en el páncreas. El mecanismo real de por qué el Covid-19 puede desencadenar una diabetes todavía es desconocido, pero existen varias posibilidades».
Entre las teorías que maneja el equipo internacional de los profesores Rubino y Zimmet está el hecho de que «el Covid-19 es un virus muy destructivo que provoca daños graves a los tejidos, incluido el páncreas. Estas células son ricas en la enzima llamada ACE-2 y sabemos que el virus “secuestra” una importante vía metabólica a través de esas proteínas, lo que le da acceso al páncreas. Es así como puede causar daño disruptivo al tejido pancreático y a las vías metabólicas, por ejemplo, las del metabolismo de la glucosa que están directamente relacionadas con la diabetes. Este puede ser el mecanismo que provoque la aparición de nuevas diabetes», asegura Zimmet.
En este sentido, el director de Endocrinología de la Clínica Universidad de Navarra, Javier Escalada, recuerda que «la teoría es que la “puerta de entrada” que usa el SARS-CoV-2 para entrar en nuestro organismo (el receptor ACE2), se expresa además de en el tejido pulmonar, en otros órganos como el páncreas o el tejido graso, lo que podría explicar la existencia de acciones pleiotrópicas sobre el metabolismo de la glucosa y que darían lugar a una descompensación de una diabetes preexistente o a un nuevo mecanismo de enfermedad».
Casos en la práctica
Por la experiencia vivida en estos últimos meses, algunos especialistas creen viable esta idea: «Es posible que el virus pueda penetrar en los islotes pancreáticos y dañar las células beta, lo que produciría una deficiencia de la secreción de insulina que conduciría a un agravamiento en los diabéticos e inducir hiperglucemia aguda incluso en personas sin diabetes. Esta hipótesis se ve respaldada por la observación de casos frecuentes de descompensaciones con cetosis y cetoacidosis diabética grave en el momento del ingreso hospitalario por Covid-19», advierte Antonio Pérez, presidente de la Sociedad Española de Diabetes, quien recuerda que «el conocimiento actual sobre esta forma nueva de diabetes es muy escaso y debemos esperar los resultados de nuevos estudios que permitan definir los mecanismos y el curso en el tiempo de la hiperglucemia inducida por el coronavirus SARS».
Lo cierto es que la vinculación existe, tal y como asegura Teodoro Grau, miembro del Grupo de Trabajo de Metabolismo y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, Semicyuc, quien reconoce que, «aunque no muchos, sí hemos visto a algún enfermo en el que el SARS-CoV-2 ha producido una pancreatitis. Como consecuencia de ello, tras superar el Covid-19, el páncreas se encuentra tan dañado que el paciente se queda con una diabetes tipo 1».
Esta evidencia práctica también la confirma Francisco Javier Carrasco, coordinador del Grupo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Interna, SEMI, quien añade que «pacientes sin historia previa de diabetes, inician la infección con glucemias elevadas comportándose como si fuesen pacientes diabéticos. Esto es debido al propio cuadro inflamatorio como se ve en otras enfermedades críticas y a la comentada destrucción o disfunción pancreática. No sabemos si esto será transitorio o algunos pacientes tendrán daño irreversible que condicione la presencia de diabetes». De hecho, tal y como recuerda Carrasco, «hay que tener en cuenta que algunos de estos nuevos casos eran prediabéticos o estaban predestinados a serlo por su estilo de vida. Podíamos hablar de una diabetes secundaria, pero aún no tenemos evidencia para afirmarlo. Lo que sí creo es que veremos un aumento de la incidencia de diabetes, por eso la creación de un registro específico internacional será imprescindible».
Reacción autoinmune frente al Covid-19
Los expertos también ponen sobre la mesa otras posibilidades que incluyen, por ejemplo, el hecho de que «el Covid-19 puede causar un ataque autoinmune que desencadene graves daños al páncreas», apunta el profesor Zimmet. Esto ya ocurre con la diabetes tipo 1, «cuya causa es la nula producción de insulina debida a una reacción del sistema inmune que, por alguna causa no descubierta aún, destruye las células que producen la insulina en el páncreas», recuerda Aureliano Ruiz, presidente en funciones de la Federación Española de Diabetes, FEDE.
En este sentido, tal y como explica el presidente de la Sociedad Española de Diabetes, «existen factores genéticos y factores ambientales, incluidos los virus, que se han implicado en el desarrollo y precipitación de la diabetes tipo 1. Diversos estudios encuentran asociaciones entre la diabetes tipo 1 y diferentes virus y se ha sugerido que los virus podrían actuar como desencadenantes de la diabetes tipo 1, pero esta cuestión sigue siendo en un misterio».
A todo ello se suma otro condicionante a tener en cuenta, «pues los enfermos con Covid-19 han recibido dosis elevadas de esteroides que, a su vez, aumentan la resistencia a la insulina, lo que se añade a la hiperglucemia derivada del propio estrés orgánico provocado por la gran inflamación. El fenómeno existe, pero no está vinculado únicamente al coronavirus procedente de Wuhan», recuerda Grau. El nuevo registro internacional será una buena herramienta para averiguarlo.