FUENTE: La Razón
Casi sin darnos cuenta ha llegado el verano. Después de estos meses eternos de confinamiento por el covid-19, de ver limitada nuestra libertad y vida anterior, de haber sufrido miedo al contagio, de tener que ver sufrir la enfermedad o el fallecimiento de algún ser querido, y con miedo al rebrote de la pandemia; llega el momento de cambiar nuestra ropa primaveral para ponernos el bañador o el bikini.
Tenemos muchas ganas de disfrutar de nuestra recién estrenada libertad, para poder ir a la playa y la piscina, o simplemente necesitamos ponernos una ropa fresquita para no sufrir mucho con el calor.
En esta época del año, y desde hace ya varias semanas, empiezan a aparecer los mensajes insanos de la «operación bikini», en esta ocasión aumentando su crudeza debido al probable aumento de peso por el confinamiento.
Junto a eso, las redes sociales visibilizan cuerpos delgados, fibrosos y fuertes, que se exhiben en Instagram.
Por tanto, tenemos un nuevo verano, que nos lleva a sacar la ropa y los bikinis del año anterior, y un más que posible aumento de peso por el confinamiento, y nos comparamos con los cuerpos que vemos en las redes sociales.
Paralelamente estamos ya bombardeados con mensajes para adelgazar y ponerte fuerte de forma rápida y casi sin esfuerzo para lucir un cuerpo estupendo para el verano. ¿Qué pasará? Pues probablemente en muchos casos habrá un cierto malestar con nuestra imagen corporal y un deseo de sentirnos mejor.
Para romper con este ciclo anual interminable, te voy a hacer dos propuestas que te ayudarán a ser más libre y más feliz durante el verano, así como el resto del año.
Mi primera propuesta es que cada vez que oigas las palabras «operación bikini» hagas oídos sordos, porque nada bueno te van a proponer.
Y es que las fórmulas rápidas para adelgazar y fortalecer, además de que no funcionan, pueden provocar más frustración, y a veces un mayor aumento de peso debido a las consecuencias de la restricción, o las recomendaciones dietéticas sin asesoramiento médico y nutricional.
Recientemente entrevisté en mi programa «Cómete el mundo» en RNE al nutricionista Daniel Ursúa que comentaba que si hemos cogido algo de peso en el confinamiento, es algo normal, como cuando cogemos algún kilo durante las fiestas de Navidad, y que con volver a nuestros buenos hábitos de vida será suficiente, no hay que hacer nada especial.
«Operación ni bikini ni bikino»
Mi segunda propuesta es que nos ayudes a hacer un cambio de paradigma; que pases de la «operación bikini» a la «operación ni bikini ni bikino».
La «operación ni bikini ni bikino» es una campaña realizada por distintos profesionales que colaboramos en el proyecto «Cómete el mundo», que tiene como objetivo reducir la incidencia de los trastornos alimentarios.
En esta acción, lo que buscamos es contrarrestar los mensajes nocivos de la «operación bikini», por otros que fomenten la autoestima, la salud y la diversidad corporal.
Un día a alguien se le ocurrió la «operación bikini», y fue asimilada por la población como algo normal. Otro día, a otras personas se le ocurrió la operación «ni bikini ni bikino» en la que nos gustaría que tú fueras protagonista.
¿Te atreves a cambiar el peligroso discurso de la «operación bikini»»?, ¿Te apuntas a la operación «ni bikini ni bikino»?
Pues solo tienes que decirle a tus familia o amigos lo que vas a hacer este verano, con mensajes positivos y sanos que fomenten autoestima, la diversidad corporal y la libertad de las personas. También puedes compartirlo en tus redes sociales con el hasthag #NiBikiniNiBikino. Porque cada verano mereces sentirte libre.