En este nuevo programa se centra en la enfermedad celiaca, una intolerancia que no se puede prevenir pero cuyo diagnóstico precoz es fundamental para abordar el problema a tiempo y evitar males mayores.

FUENTE: EFE Salud

La enfermedad celiaca, como explica el doctor, es la intolerancia al gluten, una proteína que se encuentra en algunos cereales como el trigo, la avena, la cebada o el centeno, entre otros.

¿Se puede prevenir la celiaquía?

Como apunta, antes se pensaba que su  introducción en la dieta en una cantidad mayor o administrado con la lactancia materna, podría mitigar o prevenir la enfermedad.

Sin embargo, “ahora, lamentablemente, se sabe que no existe ninguna medida que pueda evitar la aparición de la enfermedad, porque tiene una susceptibilidad genética”, explica el doctor Villalobos.

En todo caso, añade, sí se puede recomendar que la introducción del gluten se haga entre los cuatro y los doce meses. “Hacerlo antes puede provocar intolerancia por una prematura introducción, y hacerlo más tarde puede aumentar las probabilidades de desarrollar intolerancia”, destaca el pediatra.

Los principales síntomas que deben alertar a los padres

“La manifestación típica y característica de la enfermedad celiaca suele iniciarse entre los seis meses y los dos años de edad. Nos encontramos niños que tienen un estancamiento en la evolución del peso y la talla, diarrea crónica, vómitos, falta de apetito y una alteración muy característica del estado de ánimo, están mucho más irascibles”, explica el médico.

Además, añade que tienen escaso panículo adiposo, es decir, poca grasa debajo de la piel, y el abdomen distendido.

Aunque esta es la presentación clásica -y la más fácil de diagnosticar-, en niños ya mayores, e incluso en adultos, se puede manifestar de otras formas tan simples como el estreñimiento, un dolor abdominal frecuente, un retraso en la evolución de la talla, un escaso desarrollo sexual e incluso una anemia por déficit de hierro que no termina de curarse con un tratamiento.

“Luego hay síntomas tan peculiares como la fatiga crónica, aftas orales recurrentes, alteraciones del esmalte dental o una osteoporosis a una edad demasiado joven”, añade el especialista.

La importancia de la detección precoz de la celiaquía en niños

Como explica el doctor Villalobos, “una cosa es que no podamos prevenirlo y otra que no debamos diagnosticarlo cuanto antes, o cuando los síntomas no terminan de ser explicados por otras enfermedades”.

Y continúa: “Su diagnóstico precoz nos va a evitar todas estas alteraciones de las que hemos hablado y hay que tener en cuenta, además, que una enfermedad celiaca no diagnosticada puede, incluso, si tiene un recorrido de mucho tiempo, multiplicar la probabilidad de desarrollar cánceres a nivel intestinal“, advierte el pediatra.

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