FUENTE: El Mundo.

Tras los primeros resultados del estudio de medicamentos biopeligrosos, tanto la Inspección de Trabajo como los responsables del sindicato CCOO consideran que el análisis realizado por La Fe sobre su plantilla de trabajadores y trabajadoras expuestos a los fármacos cancerígenos presenta sesgos y cuestionan su rigor científico. 
Según CCOO, en el estudio se ha excluido un buen número de casos de cáncer de los que se tiene constancia en hospital. Por tanto, el sindicato considera que el estudio «no tiene el suficiente rigor científico y no debería servir como prueba exculpatoria en un proceso judicial. 
La Inspección de Trabajo dio la razón al sindicato CCOO mediante un requerimiento que obligaba a la dirección de La Fe a la puesta en marcha de las medidas preventivas correspondientes y, entre otras cuestiones, a elaborar un estudio epidemiológico para investigar una posible incidencia de cáncer entre los trabajadores expuestos superior a la media.
CCOO también recurrió ante la Fiscalía por la posible existencia de un delito contra la salud de los trabajadores, lo que se está investigando actualmente en un juzgado de Valencia.
El informe, elaborado durante el pasado verano por los responsables de algunos servicios del Hospital tiene como principal conclusión la no existencia de evidencia científica de aumento de incidencia de cáncer en trabajadores que participan en la preparación y/o administración de medicamentos biopeligrosos con efectos cancerígenos en La Fe.
Sin embargo, para CCOO el informe presenta sesgos que cuestionan su rigor científico. El primero de ellos «es que la población escogida como objeto de estudio». En el estudio no se ha incluido aquel personal que desempeñó anteriormente su labor antes de 2015 en las unidades que preparaban las fórmulas cancerígenos y que han podido estar expuestos. Por tanto, se ha dejado fuera del estudio al grupo de trabajadores/ as con mayor posibilidad de haber desarrollado un cáncer.
Por otro lado, la muestra estudiada ha sido obtenida mediante citación para examen de salud en el Servicio de Prevención del Hospital de todo el personal incluido en la población de estudio y ha ascendido a 1.316 trabajadores, un 61% de la población de estudio. Al no ser obligatorio acudir a la cita y al realizarla en periodo vacacional, el tamaño de la muestra ha sido menor al esperado. El sesgo aumenta todavía más si se tiene en cuenta que no han sido convocados aquellos trabajadores/ as en situación de baja y que nos se han tenido en cuenta los fallecimientos por cáncer en años anteriores. Por tanto, a juicio del sindicato, se hace necesaria una revisión completa de dicho estudio.