FUENTE: ABC
Investigadores del CIBER Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) y de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC Barcelona), en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de California (USA) y la Universidad de Ibaraki (Japón), han descubierto que la proteína CPT1C actúa como un sensor del estado energético de las neuronas, modulando los procesos de plasticidad sináptica, que son claves para el aprendizaje y la memoria.
La revista JCB (Journal of Biological Chemistry) acaba de publicar este estudio que proporciona un mejor conocimiento sobre los mecanismos moleculares que regulan el transporte de los receptores AMPA en las neuronas, encargados de controlar la actividad cerebral y la neuroplasticidad.
«Hasta ahora sabíamos que el estado energético condiciona nuestras habilidades cognitivas, como por ejemplo la falta de atención y de capacidad de aprendizaje cuando tenemos hambre, o después de una comida demasiado rica en grasas. Sin embargo, se conocía muy poco sobre los mecanismos que participan en estos procesos», explica la investigadora del CIBEROBN Núria Casals. «Gracias al estudio que hemos realizado, hemos podido demostrar que existe una proteína, la CPT1C, que actúa de interruptor parando la transmisión de la información entre neuronas en situaciones de ayuno o estrés metabólico», señala.
El grupo de investigadores ha demostrado que la CPT1C ejerce este control de la transmisión sináptica a través de otra proteína, llamada SAC1, que participa en otros procesos como el metabolismo del colesterol, o el desarrollo de un tumor. «Este nuevo eje CPT1C-SAC1 podría ser clave para explicar el impacto que tienen los nutrientes en distintas patologías, como el alzhéimer, la obesidad o el cáncer», asegura Rut Fadó, una de las autoras principales del estudio.
Los resultados publicados suponen un paso hacia adelante en la investigación sobre el efecto que tienen los distintos nutrientes sobre las habilidades cognitivas.