En este encuentro se ha definido el rol de las farmacias como establecimientos sanitarios privados de interés público en los que se resuelven dudas, se dan consejos, se hacen campañas y se solucionan problemas de salud que evitan el colapso de centros de atención primaria y hospitales. Pero, además, son centros en los que también se podrían administrar vacunas, lo que descongestionaría la atención primaria y los servicios de urgencia.

Para hablar de todo ello el presidente del Muy Ilustre Colegio Oficial de farmacéuticos, Jaime Giner, ha compartido mesa con el director general de Farmacia y productos Sanitarios de la Conselleria de Sanitat, José Manuel Ventura, y con la representante del Foro Español de Pacientes y vicepresidenta de la Asociación Española contra la meningitis, Elena Moya.

La primera en romper una lanza en favor de los establecimientos farmacéuticos ha sido la propia representante de los pacientes. Elena Moya ha destacado de las farmacias su cercanía y accesibilidad, así como la posibilidad de obtener una respuesta a prácticamente cualquier duda de salud que surja a cualquier hora del día o de la noche. Moya ha manifestado asimismo el alto grado de satisfacción de los españoles con respecto a la farmacia, “mucho más elevada que en otros países de nuestro entorno y de casi cualquier parte del mundo”, ha señalado.

Por su parte, Jaime Giner, ha destacado la amplia formación y experiencia de los farmacéuticos en materia de medicamentos, “muy superior a la de otros profesionales sanitarios”, así como sus amplios conocimientos científicos que le permitirían ofrecer muchos servicios que beneficiarían en gran medida al ciudadano y que actualmente no se prestan “porque hace falta una toma de decisión por parte de la Administración”, como por ejemplo la posibilidad de realizar análisis de detección de COVID-19. Giner ha recordado que, aparte de la modalidad farmacéutica de análisis clínicos, los farmacéuticos como profesionales sanitarios plenamente preparados podrían asumir esa función con una capacitación dentro de un marco normativo promovido por la Administración y recordó que ha habido experiencias exitosas en España en este ámbito que “merecen ser exploradas también en nuestro territorio”.

En este sentido, José Manuel Ventura ha reconocido la importante labor que han venido y siguen realizando las oficinas de farmacias, así como las limitaciones a las que se refería el presidente del MICOF y ha aludido a la importancia de consensuar acciones para materializar soluciones concretas enfocadas hacia el beneficio de la ciudadanía.

Vacunación y farmacias

A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una tasa de vacunación contra la gripe del 70% de la población, hoy en día en la Comunitat Valenciana solo se vacuna al 50% de la población de riesgo. A ese respecto, el director general de Farmacia ha reconocido que hay mucho margen de mejora, especialmente teniendo en cuenta que nunca se llega a vacunar a toda la población de riesgo porque muchas de estas personas no tienen la voluntad de hacerlo. No obstante, el representante de la Administración ha explicado que en las dos semanas que llevamos de campaña de la gripe “se han realizado 600.000 vacunaciones y se ha llegado ya al 50% de la población de riesgo”.

Elena Moya ha achacado este bajo porcentaje de vacunación a la “falta de información” por parte de los pacientes. Ha incidido en que es muy importante “luchar contra los bulos que circulan por Internet sobre la vacunación” y ha advertido del miedo instalado en algunos padres que no están llevando a sus hijos al pediatra para vacunarles al entender que los centros de salud están saturados o corren el riesgo de contagiarse de COVID-19. La representante de los pacientes ha cifrado el descenso de vacunaciones infantiles en un 50% debido a esta causa. Por otro lado, también ha manifestado que la COVID-19 ha retrasado el cumplimiento de los calendarios de vacunación, que se han juntado con el momento de la administración de las vacunas estacionales, lo que ha incrementado la presión asistencial en el sistema sanitario.

Jaime Giner ha defendido que las tasas de vacunación podrían aumentar con la colaboración de las farmacias comunitarias, no solo como puntos de información y divulgación de las campañas de la gripe sino como centro de vacunación. Para ello, se ha valido de las experiencias llevadas a cabo en Francia donde se han superado los índices de vacunación o la experiencia piloto de Girona, donde enfermeros vacunaron en farmacias y consiguieron llegar a más personas. Para conseguirlo, Giner ha insistido en la inclusión de este servicio en una estrategia planificada de la Administración e hizo hincapié en no querer sustituir las funciones de ningún otro profesional de la salud, sino complementar el servicio, bien con la ayuda de enfermería o bien capacitando al farmacéutico para poder administrar la vacuna. Pero para ello, “se tendría que cubrir una serie de necesidades muy importantes basadas en un canal de comunicación directo con atención primaria que permita protocolizar la vacunación e impedir duplicidades o incompatibilidades”, ha señalado.

Elena Moya ha argumentado que el paciente, si este servicio mejora su salud, hay una legislación adecuada y cuenta con todas las garantías de seguridad, estaría dispuesto a utilizarlo y mostró su convencimiento de que este servicio mejoraría las tasas de vacunación. Ventura ha señalado que, pese a que el marco jurídico es muy condicionante, la administración también tiene la capacidad para elevar las modificaciones necesarias en beneficio de la población. Eso sí, el representante de la administración ha indicado que, para ello, es necesaria la coordinación de todos los agentes implicados y llevarlo a cabo con la suficiente anticipación y planificación.

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