FUENTE: La Razón
La obesidad es la otra gran pandemia de este siglo XXI, que puede prevenirse, según alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien avisa de que en la actualidad 1.200 millones de personas tienen problemas de sobrepeso en el mundo. En España, según datos de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), la mitad de la población adulta padece sobrepeso y, de ellos, un 25% sufre obesidad.
“Se trata de una enfermedad crónica que se caracteriza por una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para tu salud. Se considera que una persona tiene sobrepeso cuando su Índice de Masa Corporal o IMC (peso en Kg/talla2 en m) es igual o superior a 25, y con obesidad cuando es superior a 30 Kg/m2”, recuerda Laura Mateos, especialista en Endocrinología de la nueva Unidad Integral de Obesidad del Hospital Quirónsalud Toledo.
Además del factor estético, la obesidad y el sobrepeso están considerados actualmente por los profesionales médicos como un problema de salud pública, ya que están asociados a múltiples patologías, como la diabetes, la hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares, artrosis, el cáncer o la apnea del sueño entre otras, según detalla Mateos, quien trabaja en esta unidad dirigida a ofrecer a los pacientes con obesidad o sobrepeso un tratamiento completo.
La buena noticia de todo esto es que, pese a su incesante aumento de cifras, es una enfermedad que se puede prevenir, y también se puede tratar. En este sentido, la especialista en Endocrinología de Quirónsalud Toledo subraya que conocer sus causas puede ser fundamental a la hora de prevenirla: “Un sobrepeso inicial puede desembocar en un problema importante de obesidad y generar otras patologías asociadas. La causa fundamental de éstas es un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y gastadas”.
Así, sostiene que la obesidad debe prevenirse desde el embarazo y la edad infantil, primando el ejercicio físico junto con la dieta mediterránea, “los dos puntos esenciales en la prevención de la obesidad”. Ante cualquier duda o deseo de iniciar un tratamiento supervisado, la doctora aconseja no tener miedo de acudir a una consulta de estas características pese a la pandemia y es que, según subraya, por ejemplo, okel Hospital Quirónsalud Toledo cuenta con la certificación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’, que acredita que el centro cumple con los estándares de desinfección más exigentes contra este virus.
Un equipo experto debe guiarte
En cuanto al tratamiento, lo idóneo a su juicio es que siempre sea supervisado por un equipo multidisciplinar en la materia: “La nueva Unidad de Obesidad de Quirónsalud Toledo cuenta con todo un equipo de especialistas tanto en Endocrinología, como en Nutrición y Dietética, Psicología y Medicina Deportiva para abordar de forma coordinada los factores que inciden en el sobrepeso u obesidad de cada paciente”.
Según defiende la especialista en Endocrinología, no se trata de ofrecer una dieta milagro para el paciente con sobrepeso u obesidad, ni de lograr una pérdida de peso inmediata, ya que posteriormente puede producir un efecto rebote y provocar desmotivación en un paciente que pese al esfuerzo inicial no obtuvo resultados mantenidos.
“En esta Unidad nos basamos en un programa individualizado que comienza con una valoración médica y en un diagnóstico preciso acerca de los factores que están condicionando ese sobrepeso. Pasa también por un plan integral de reeducación nutricional y de hábitos saludables, siempre con un acompañamiento profesional permanente, que favorezca la mejora del estado físico, pero también psíquico y social de cada paciente”, explica la doctora Laura Mateos.
En concreto, el programa se inicia con una valoración y estudio de la composición corporal que permite al equipo médico establecer las pautas nutricionales y de ejercicio físico más adecuadas para cada paciente, así como la duración del programa, a lo largo del que cuenta, además, en todo momento, con apoyo psicológico para alcanzar los objetivos propuestos.
Eso sí, Mateos advierte de que, si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para alcanzar un objetivo deseable, existen otras opciones que se pueden valorar, como algunos medicamentos o la cirugía bariátrica. Sobre la vía farmacológica, la SEEDO señala que su uso es bajo prescripción y seguimiento médico. “Deben formar parte del tratamiento integral de la obesidad junto con el tratamiento dietético y el incremento de la actividad física. Están indicados en los IMC superiores a 27 con comorbilidades, como diabetes tipo2, hipertensión, dislipemia, etc., o bien, en los IMC de más de 30 sin/con comorbilidades añadidas”, apostilla.
En última instancia se encontraría la cirugía, a la que a veces es necesario recurrir, según subraya la doctora de Quirónsalud Toledo: “Se utiliza en casos de obesidad denominada mórbida (IMC superior a 40), o en casos con complicaciones asociadas, pero siempre según estricto criterio médico”.
Por eso, Mateos recuerda que la nueva Unidad Integral de Obesidad del Hospital Quirónsalud Toledo se completa con el equipo de especialistas en Aparato Digestivo y Cirugía Bariátrica y dispone de técnicas como la colocación de un balón intragástrico convencional, un balón intragástrico ingerible, o la realización del método Apollo, un procedimiento de reducción de estómago que se efectúa exclusivamente por vía endoscópica a través de la boca, y sin necesidad de incisiones externas ni cicatrices.
En cuanto a la Cirugía Bariátrica, las técnicas más recurrentes son la gastrectomía lineal tubular, dirigida a limitar la capacidad del estómago, y el bypass gástrico, que combina la sección de parte del estómago con la limitación de la capacidad de absorción de éste, creando una pequeña cámara donde entran los alimentos y desde donde pasan directamente al intestino delgado. “Ambas cirugías se realizan fundamentalmente por laparoscopia, una técnica mínimamente invasiva que reduce la estancia hospitalaria y acelera la recuperación del paciente”, detalla la especialista en Endocrinología.
En última instancia, Mateos aconseja que en el caso de recurrir a cirugía o técnicas endoscópicas complementarias también resulta fundamental continuar con el apoyo psicológico, nutricional y deportivo a estos los pacientes, de forma que sus nuevos hábitos contribuyan a alcanzar los objetivos de pérdida de peso propuestos con la intervención.