FUENTE: Valencia Plaza
Los farmacéuticos valencianos han recordado que los antibióticos no son efectivos para tratar infecciones virales como la Covid-19, al tiempo que han instado a hacer un "uso racional" de estas sustancias para evitar resistencias y han apuntado que un mal uso de los medicamentos puede poner en peligro la salud de los ciudadanos, según ha informado el Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) en un comunicado.
Asimismo, estos profesionales han agregado que la aparición y propagación de las infecciones causadas por bacterias resistentes al tratamiento habitual con antibióticos constituye "una de las amenazas más graves a las que se enfrenta la salud pública". El Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia ha explicado, coincidiendo con la celebración el 18 de noviembre del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, que estos productos "sirven únicamente para tratar infecciones producidas por bacterias" y ha subrayado que "no son efectivos para tratar otras enfermedades infecciosas".
En esta línea, el MICOF ha insistido en que la infección vírica por Covid-19 "no se trata ni se previene con antibióticos, de igual forma que este tipo de medicamentos tampoco son efectivos para curar el resfriado común o la gripe".
Respecto al desarrollo de resistencias bacterianas derivadas de un uso inadecuado de los antibióticos, desde el Centro de Información del Medicamento (CIM) de esta entidad han detallado que "como mecanismo evolutivo, las bacterias sufren mutaciones en las dianas farmacológicas de los medicamentos" y han advertido de que "es cuestión de tiempo que, a consecuencia de ello, aparezcan resistencias al medicamento y este deje de ser eficaz".
Igualmente, ha comentado que las bacterias resistentes "tienen mayor facilidad para propagarse de unos individuos a otros, lo que llevaría a un tratamiento con complicaciones o, en ocasiones, al fallecimiento del paciente por no hallarse una cura".
El Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia ha agregado que "además, hay que tener en cuenta que, a pesar de la continua línea de investigación por parte del sector farmacéutico, el número de medicamentos nuevos no llega a suplir la cantidad de antibióticos que, en la actualidad, resultan poco o nada eficaces para determinadas infecciones".
El MICOF ha expuesto que por ello "es importante que los pacientes no soliciten a los médicos prescriptores antibióticos si este no considera que la patología que sufre necesita de dicho tratamiento". En este punto, ha subrayado que "los antibióticos están sujetos a prescripción médica" y que "para que el farmacéutico pueda dispensárselo es necesario que el paciente presente la receta médica en la farmacia".
La entidad ha añadido que "l farmacéutico, como profesional sanitario experto en medicamentos, es el más adecuado para ofrecer al ciudadano una buena educación sanitaria con el fin de disminuir las probabilidades de sufrir infecciones por bacterias resistentes a este tipo de medicamentos".
Del mismo modo, ha señalado que cuando el paciente esté tomando antibióticos debe "seguir estrictamente las indicaciones del médico que los ha prescrito, una vez valorada la existencia de una infección bacteriana, en cuanto a dosis, frecuencia y duración del tratamiento". En este punto, ha indicado también que "es importante que el paciente termine su tratamiento pautado aunque la enfermedad haya remitido y se sienta mejor".
A este respecto, el MICOF ha destacado que "si se interrumpe demasiado pronto se corre el riesgo de que la bacteria patógena vuelva a proliferar, produciendo así una recaída". Para evitar hacer un mal uso de los antibióticos y automedicarse, los farmacéutico han apuntado que no se deben guardar los antibióticos sobrantes una vez finalizado el tratamiento para así "reducir la tentativa a usarlos de forma imprudente e incorrecta".
Asimismo, han manifestado que "los antibióticos son fármacos seguros" aunque han advertido de que "como todo medicamento, pueden producir efectos adversos". En caso de que los pacientes presenten algún tipo de efecto secundario como manifestaciones alérgicas, diarrea, mareos o anemia, estos profesionales recomiendan que se les consulte porque pueden "detectar problemas relacionados con el uso de los medicamentos" o "interacciones con otros".