FUENTE: 20 Minutos
Cuidar de la dieta no es un juego de niños. Adoptar hábitos alimenticios saludables desde que somos pequeños es una de las mejores herramientas para combatir la obesidad y el sobrepeso, dos condiciones en las que destacan los países mediterráneos, pues tienen los índices más elevados de niños con estas condiciones en toda Europa.
Así lo confirma el estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a cargo de la Iniciativa Europea de Vigilancia de la Obesidad Infantil, que además destaca que, entre niños y adolescentes, esta realidad se ha multiplicado por diez entre los años 1975 y 2016.
Grecia, Italia y España lideraron el ranking europeo de la OMS en 2019. Si solo se tienen en cuenta los países de la Unión Europea, pasamos a ocupar la cuarta posición entre la población de 5 a 19 años con sobrepeso y obesidad y la séptima en obesidad en dicha franja de edad, según el informe The heavy burden of obesity, realizado por la OCDE.
En nuestro país, el 35% de los menores de entre 8 y 16 años tienen exceso de peso; un 20,7% de ellos sufre sobrepeso y un 14,2% obesidad, de acuerdo con los datos del informe El estado mundial de la infancia 2019: alimentación y nutrición elaborado por Unicef y recogido por el estudio Pasos, en colaboración con Gasol Foundation.
Es decir, cerca del 40% de los niños españoles de entre 3 y 8 años tiene problemas de peso, según los últimos datos del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) publicado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Este problema de salud evidencia el declive de la tan valorada dieta mediterránea: carnes, derivados lácteos azucarados, bollería industrial y otros productos procesados son los nuevos reyes en el menú.
Según el V Observatorio sobre Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias, un niño come de forma saludable cuando incluye en su día a día fruta natural y verduras frescas, así como legumbres, pescados y frutos secos como mínimo una vez a la semana, con aceite de oliva como aliño natural y agua para la bebida habitual. En otras palabras: la dieta mediterránea.
Una solución en familia
La familia es el primer agente que debe involucrarse en fomentar que los niños lleven una alimentación sana y equilibrada, una tarea que no siempre resulta sencilla por el frenético ritmo de vida actual. De hecho, el 53% de los padres considera que come mejor que sus hijos, según el Estudio sobre la alimentación de las familias españolas de Campofrío de 2017. A pesar de que el 91% asegura que intenta buscar productos sin aditivos, sabrosos, fáciles de cocinar y bajos en grasas, luego el 98% de los niños consume comida precocinada a menudo.
La alimentación es una tarea que se imparte y aprende en el hogar. Los más pequeños necesitan una dieta que contenga todos los nutrientes para un correcto desarrollo físico, intelectual y motriz. Para conseguirlo, se deben valorar las comidas como momentos de encuentro entre todos los miembros de la familia, invitando a los menores a participar en la cocina y crear nuevas recetas que aporten distintos sabores o le den un toque novedoso a los productos que se les resistan.
Más héroes en el plato
La gran problemática de la obesidad en la etapa infantil se intenta combatir en nuestro país desde las propias instituciones públicas. De esta manera, en los Presupuestos Generales del Estado se ha planteado establecer una subida del 10 al 21% del IVA de las bebidas azucaradas. Una medida que, en palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, busca "promover el consumo saludable".
Esta medida forma parte del nuevo proyecto de Consumo por fomentar una dieta equilibrada en la sociedad española, que se complementará con la instauración en 2021 del sistema Nutriscore. Se trata de un etiquetado frontal que, en base a un código de colores, permite a los consumidores identificar la calidad nutricional de cualquier producto, así como la regulación de la publicidad de alimentos.
Este último punto está especialmente pensado para los menores de 15 años y, a partir del año que viene, es muy probable que los anuncios de aquellos productos con etiqueta amarilla, naranja o roja no puedan emitirse.
Además, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), a través de su Estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) ha presentado su campaña Pon más héroes en tu plato, y llena tu vida de superpoderes, con la que se intenta fomentar la alimentación saludable y luchar contra la obesidad infantil, animando al consumo de frutas, verduras y legumbres a los más pequeños y su entorno familiar.
Centros educativos
Pero no solo en casa continúa la tarea de alimentarse bien: los centros educativos son, en la mayoría de los casos, los lugares donde los pequeños comen diariamente.
Junto a los menús, los niños acceden a comida a través de las máquinas de vending, expendedores que no siempre cuentan con los alimentos más recomendados. Por este motivo, algunas comunidades autónomas han decidido tomar medidas y potenciar una dieta equilibrada desde los colegios.
Como la Junta de Andalucía, que ya prohibió la venta de bollería industrial y bebidas azucaradas en estos centros, bajo multas de hasta 250.000 euros.; Murcia, que vetó en 2010 la venta de bollería y bebidas azucaradas en los centros no universitarios; y la Comunidad Valenciana, con la creación de un distintivo que permite identificar a las máquinas de vending que dispensen alimentación saludable.