FUENTE: 20 Minutos
Las rodillas son las articulaciones más sufridas de nuestro organismo. Debido a su importancia, pues nos permiten andar con normalidad, correr, saltar… y nos proporcionan flexibilidad y estabilidad, en una vida mínimamente activa las utilizamos miles de veces al día. Todavía las sometemos a más presión si tenemos sobrepeso o realizamos algún deporte de impacto. La rodilla es, además, una articulación muy compleja compuesta por huesos, fibras y cartílagos sensibles, meniscos, bolsas, ligamentos, músculos y tendones. Todo esto la convierte en una articulación muy delicada y que suele dar problemas a cualquier edad, especialmente según envejecemos, cuando son comunes enfermedades que afectan a la rodilla, como la osteoporosis o la artrosis.
Los dolores de rodillas pueden tener, por tanto, muchas causas que será necesario diagnosticar, sobre todo si no cesa. Sin embargo, hay un tipo de dolor de rodilla muy común que ocurre sobre todo cuando la doblamos. Detrás de este dolor, también puede haber muchas causas. Veamos algunos de las más comunes.
Síndrome de dolor patelofemoral o rodilla de corredor
Este síndrome se produce sobre todo debido a una sobrecarga constante de la rodilla -por deportes con impacto como correr o saltar-, pero también puede aparecer después de una cirugía o lesiones provocadas por traumas. El dolor que produce se localiza en la parte delante de la rodilla y suele ser leve, pero se intensifica notablemente al subir escaleras, al arrodillarse, ponerse de cuclillas o sentarse con una rodilla flexionada. Se debe diagnosticar a través de una radiografía, un TAC o una resonancia y mejora con el reposo o poniendo hielo después del ejercicio. Si el dolor se prolonga, el médico puede prescribir rehabilitación y en casos graves que no remiten, cirugía.
Tendinitis rotuliana
Este tipo de lesión provoca dolor y quemazón en la rótula y esta causado por una lesión entre el tendón que conecta la rótula con la tibia. Al principio, el dolor se inicia con la actividad física o después de realizar actividad física, pero, con el tiempo puede llegar a interferir en la actividad diaria, pues duele solo con doblarla levemente al sentarse, subir escaleras o levantarse. Esta lesión es común en personas que realizan deportes que incluyen saltos, como el baloncesto. Los tratamientos incluyen desde estiramientos o rehabilitación hasta otros más complejos como inyecciones de esteroides o plaquetas si la tendinitis se cronifica.
Síndrome de la banda iliotibial
Este síndrome -que se produce por la sobrecarga y exceso de fricción de la banda que une la nalga con la espinilla- puede producir dolor en la parte exterior de le rodilla, dolor que se extiende a la cadera o el muslo. Al principio, ocurrirá al realizar actividad física intensa, como correr, pero con el tiempo el dolor puede aparecer simplemente con andar o subir escaleras. Suele mejorar con el reposo o aplicando hielo. Si no cesa, será necesario acudir el fisioterapeuta.
Tendinitis de isquiotibiales (bíceps femoral)
El dolor que produce una tendinitis en esta zona se localiza detrás de la rodilla y puede extenderse al muslo. Suele deberse a una mala práctica deportiva o a utilizar un mal calzado durante la práctica de deporte. Suele mejorar con el reposo y los tratamientos de fisioterapia.
Tendinitis de cuádriceps
Este tipo de lesión puede casuar dolor en la parte superior y en la parte delantera de la rodilla, especialmente cuando la movemos. Esta lesión es propia de los deportes en los que se acelera y se frena con frecuencia. El tratamiento de esta lesión va desde la fisioterapia hasta inyecciones de ácido hialurónico o aparatos ortopédicos en los casos más complicados.
Bursitis
Esta patología se produce cuando se inflama la bursa, un pequeño saco lleno de líquido que reduce la fricción y protege los puntos de presión entre los huesos, tendones y músculos, en este caso, de la rodilla. Además de quemazón e hinchazón, produce dolor, tanto por encima como por debajo de la rodilla. Esta lesión puede remitir sola o tratarse con inyecciones de corticosteroides o incluso extrayendo el líquido acumulado de la rodilla.
Osteoartrisitis
La osteoartrisis es una afección causada por el uso y desgaste de las articulaciones, que producen un dolor difuso, además de hinchazón y rigidez, sobre todo por las mañanas. El dolor, aunque puede estar presente siempre, empeora al doblar la rodilla, y puede llegar a ser muy punzante y agudo.
Lesiones en los ligamentos
Los ligamentos que más se lesionan en la rodilla son el anterior cruzado (LAC) y el posterior cruzado (LPC) y suelen producirlas movimientos bruscos. El dolor que produce es agudo y dificulta el movimiento, pues se agudiza cuando doblamos la rodilla. El hielo puede ayudar a aliviar el dolor y son remite, el médico puede recomendar el uso de una férula o incluso la cirugía.
Quiste de Baker
Esta patología, que se caracteriza por tener una hinchazón llena de líquido localizada en la parte de detrás de la rodilla, produce dolor en esta zona y empeora con el movimiento. Puede producirse a causa de la artritis.
Rotura de menisco
Cuando se rompe este cartílago, que puede ser de repente o debido a pequeñas lesiones o malas posturas, además de los típicos chasquidos, se produce dolor agudo, especialmente al doblar las rodillas o ponerse de cuclillas.
Dependiendo del lugar de la rodilla que te duela al doblarla, puede ser:
Muchas de estas lesiones pueden prevenirse con precaución a la hora de hacer ejercicio, como puede ser calentando correctamente, reforzando la musculatura de la zona antes de hacer ejercidos de impacto y, si siguen molestando, optar por actividades menos dañinas para las articulaciones, como el ciclismo y la natación. Mantener un peso adecuado también ayuda a prevenir lesiones en las rodillas.