FUENTE: EFE Salud
La fibromialgia (FM) es una enfermedad caracterizada por dolor crónico generalizado que el paciente localiza en el aparato locomotor, explica la Sociedad Española de Reumatología (SER).
Síntomas asociados como trastornos del sueño, cansancio, alteraciones cognitivas, ansiedad o depresión, la convierten en “una de las enfermedades que tiene una peor calidad de vida percibida por el paciente”.
En las últimas décadas, los profesionales aseguran que la fibromialgia ha pasado de ser una enfermedad considerada médicamente inexplicable a una en la que cada vez se conocen mejor sus bases fisiopatológicas y orgánicas.
Desde la SER avalan que el diagnóstico de esta enfermedad “sigue siendo un motivo de controversia entre el personal médico, entre otras razones, por una falta de formación adecuada”.
Asimismo, ante la inexistencia de un tratamiento curativo, los expertos opinan que han proliferado multitud de terapias complementarias sin que muchas de ellas tengan base sólida para ser aplicadas.
Por esta razón, la Sociedad Española de Reumatología ha lanzado una serie de recomendaciones con la intención de evitar el deterioro de los pacientes con fibromialgia.
Liderada por reumatólogos, también han participado psicólogos, psiquiatras, enfermeras, pacientes y médicos de atención primaria.
Avance en su conocimiento
En España se estima que la prevalencia de esta enfermedad se sitúa en el 2,4 % de la población adulta, lo que supone cerca de 900.000 personas afectadas, según el estudio EPISER.
A pesar de que existan menos novedades en el área del tratamiento, los expertos garantizan que se ha ido aprendiendo que “algunos fármacos de uso muy frecuente no están indicados en la fibromialgia y es preferible no darlos para no empeorar la situación”.
A juicio del doctor Javier Rivera, reumatólogo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, era necesario actualizar el documento anterior, de 2006, ya que “durante estos últimos años ha habido un desarrollo importante de los conocimientos sobre esta enfermedad que van a permitir manejarla en mejores condiciones”.
“Todo esto ha sido posible gracias a los hallazgos que se han producido en la última década en el terreno de la neurociencia que se está desarrollando a gran velocidad“, señala Rivera, coordinador del documento de nuevas ‘Recomendaciones SER sobre Fibromialgia’.
A más cirugías, más complicaciones
El doctor también resalta que se practica un mayor número de intervenciones a los pacientes con fibromialgia, en comparación con otras enfermedades como podría ser la artritis reumatoide.
Tras una revisión de esta práctica, Rivera precisa que los pacientes padecen una mayor prevalencia de complicaciones.
“Los pacientes con fibromialgia sufren más complicaciones médicas y quirúrgicas después de una intervención, y muestran también un grado menor de satisfacción con los resultados“.
Comorbilidad en muchas enfermedades
Según los reumatólogos del estudio, la comorbilidad por fibromialgia en otras enfermedades llega a ser tan alta como del 23 % en pacientes con lupus eritematoso sistémico (enfermedad autoinmunitaria) o del 15 % en artritis reumatoide.
“Hacer el diagnóstico de fibromialgia como comorbilidad asociada a una enfermedad inflamatoria permite al clínico una visión más amplia de los síntomas del paciente y ajustar el tratamiento de una forma mucho más precisa”, opina el doctor Rivera, quien añade que cada día se utilizan mejor las diversas modalidades terapéuticas que han demostrado eficacia en el tratamiento.
El tratamiento multidisciplinar, sostiene el coordinador, es la modalidad terapéutica que siempre ha demostrado una mayor eficacia en la fibromialgia y en la actualidad es recomendada por todas las sociedades científicas.
‘Aprendiendo a vivir con fibromialgia’
Por otra parte, los expertos han presentado una guía que recoge información sobre la enfermedad, el diagnóstico y el tratamiento.
Titulada ‘Aprendiendo a vivir con fibromialgia‘, incluye consejos sobre cómo manejar esta patología en el día a día y otros recursos de utilidad.
Entre las recomendaciones, se insiste en la importancia de realizar ejercicio físico aeróbico (de forma progresiva y moderada), y poner especial atención a la terapia psicológica y en la mejora del sueño, ya que son “pilares clave frente a la fibromialgia”.
Asimismo, se aconseja seguir una dieta mediterránea y no fumar. Al ser una dolencia crónica, concluyen los autores, es fundamental tener controles periódicos para lograr una mejor adaptación del paciente a su entorno social, familiar y laboral.