FUENTE: 20 Minutos
Según datos de la Asociación Española de Migraña y Cefalea, el dolor de cabeza es un síntoma neurológico que afecta a alrededor de la mitad de la población. Los dolores de cabeza primarios, es decir, que son benignos y no esconden ninguna patología grave detrás representan hasta el 90% de los dolores de cabeza, siendo los más comunes la cefalea tensional (el 70% de las cefaleas) y la migraña (que afecta al 12-15% de la población). En resto lo componen la cefalea en racimos y otras cefaleas menos usuales y que se asocian a momentos concretos, como la cefalea en racimos, la hípnica, tusígena, de esfuerzo, sexual, etc.
El dolor de cabeza también puede estar asociado al estrés, la tensión nerviosa o muscular, a la toma de determinados medicamentos, a enfermedades, falta de sueño infecciones, tumores, etc. Por este motivo, muchos dolores de cabeza son muy difíciles de diagnosticar o de asociar una causa concreta. Uno de estos dolores es el que se produce cuando nos agachamos, un tipo de dolor que puede estar ocasionado por varias causas.
Se trata de un dolor de cabeza que puede llegar a ser muy molesto, pues sucede de repente y puede ser muy punzante. Sin embargo, también suele desaparecer rápidamente y, en general, no lleva asociada ninguna patología grave.
Dolor de cabeza por sinusitis o sinusal
La sinusitis es un proceso infeccioso, ya sea por virus o por bacterias, que provoca la inflamación de los senos nasales y paranasales. Esta inflamación, así como la acumulación de moco que produce, puede provocar una presión que favorezca la aparición de dolor de cabeza. Este dolor, que afecta a la zona de los pómulos y la mitad de la frente, se hace más sensible cuando agachamos la cabeza o la movemos de manera brusca. Suele ir acompañado de congestión nasal, por lo que es fácil de diagnosticar.
Para aliviarlos podemos tomar algún antinflamatorio tipo ibuprofeno, aplicar calor seco en la zona y tomar remedios para combatir la congestión, como mucolíticos, beber abundantes líquidos, usar humidificadores en casa y, si el médico así lo considera, antibióticos.
Dolor de cabeza por esfuerzo
Si el dolor de cabeza se produce también cuando nos levantamos, puede tratarse de un dolor de cabeza por esfuerzo. Este tipo de dolor suele ser pulsativo, ocurrir en ambos lados de la cabeza y aparecer de repente al realzar un esfuerzo físico al agacharnos o levantarnos de manera brusca. Dura entre cinco minutos o varias horas después del esfuerzo, aunque lo normal es que sea leve. Para evitarlo, basta con no hacer movimientos bruscos y agacharnos y levantarnos con cuidado.
Cefalea tusígena
La cefalea tusígena es un dolor de cabeza agudo, fuerte y breve que se produce principalmente en la frente y en la parte inferior de la nuca. Dura unos segundos o pocos minutos y después se reduce y desaparece. Se puede producir al agacharnos y también cuando tosemos, nos sonamos la nariz, estornudamos o reímos o lloramos fuertemente. Se trata de una cefalea benigna que, si no se acompaña de otros síntomas como alternaciones visuales, no tenemos de qué preocuparnos.
Beber agua o relajarnos un rato puede ayudar a que el dolor se pase más deprisa.
Deshidratación
El dolor de cabeza es un síntoma habitual de la deshidratación, incluso si esta es todavía leve. Si la deshidratación avanza, el dolor de cabeza puede volverse más fuerte. Además, este dolor aumenta si nos agachamos, agitamos o movemos bruscamente la cabeza. Si el dolor de cabeza al agacharnos es signo de una deshidratación leve, seguramente vaya acompañada de fatiga, sed o boca seca, entre otros. En esos momentos, y ante la duda, lo mejor a beber agua y descansar para que ni la deshidratación ni el dolor de cabeza vayan a más.
Migraña
Si padeces migraña, sobre todo a partir de cierta edad, lo más normal que es que tengas un diagnóstico, pues se trata de un dolor de cabeza muy incapacitante y que suele aparecer en la adolescencia. Al igual que ocurre con el dolor de cabeza sinusal, es muy punzante y empeora mucho cuando nos agachamos, también puede ir acompañado de congestión o lagrimeo. Sin embargo, la migraña, además de ser un dolor más fuerte, va acompañado de más síntomas, como alternaciones visuales, náuseas, sensibilidad a la luz y es más fuerte en un solo lado de la cabeza. Las migrañas deben ser diagnosticadas por un neurólogo y en muchas ocasiones requieren de un tratamiento específico.
Cuándo acudir al médico
En la mayoría de las ocasiones padecer un dolor de cabeza que aparece o empodera cuando nos agachamos no requiere de atención médica, pues sus causas son benignas. Sin embargo, hay que estar atentos, pues a veces pueden esconderse algunas patologías graves. Deberemos acudir al médico si: