FUENTE: Cinco Días
No es broma, el teletrabajo engorda y, de paso, perjudica seriamente la salud. Durante los dos primeros meses de confinamiento, más del 45% de los españoles aumentó de peso y la mayoría ganó entre uno y tres kilos, recoge un estudio reciente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo).
“Más tres que uno”, asegura Juana Carretero, vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). “Muchos de los pacientes que han acudido a mi consulta en los últimos meses han engordado hasta cinco kilos y no solo porque hayan comido más, sino principalmente porque no han hecho ejercicio”.
Prueba de ello es que, según el Colegio Oficial de Dietistas Nutricionistas de la Comunidad Valenciana, más del 70% de las consultas que han recibido estos profesionales en las últimas semanas del primer estado de alarma ha tenido que ver con la dieta y pérdida de peso, mayormente entre el colectivo de mujeres.
Y, de hecho, “las mujeres han sido las que más se han visto afectadas, sobre todo en la primera fase de la pandemia”, afirma el médico nutricionista Nicolás Romero. Pero, en la segunda ola, “el sobrepeso ha tendido a igualarse por sexos y edad”. Aunque fuentes del colectivo médico sostienen que ha empeorado más la salud de las mujeres frente a la de los varones por su rol de cuidadoras, pese a que los hombres son biológicamente más susceptibles a la obesidad y a las enfermedades metabólicas.
No es para tomárselo a broma, teniendo en cuenta que la obesidad es causante de otras muchas enfermedades tan serias como la diabetes, la hipertensión, el colesterol, la EPOC, el ictus y las cardiopatías, entre otras. Y máxime este año, en plena pandemia, cuando las personas con exceso de peso tienen un 46% más de riesgo de contagiarse del Covid, un 78% de riesgo de ingreso en las UCI y el riesgo de mortalidad es un 48% superior, indican desde la Seedo.
“El teletrabajo será beneficioso para la economía, pero no para la salud”, advierte Carretero. Además de que “la mayoría de los pacientes con estas patologías han estado mal controlados durante la pandemia debido a la situación de los centros de atención primaria”. Y añade que “trabajar en casa reduce la movilidad, impide obtener la vitamina D y altera los ritmos circadianos que regulan el sueño”. “En un año veremos las consecuencias porque habrá más episodios de ictus, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica y artrosis de rodilla, entre otras patologías”, prevé esta médico internista del Hospital de Zafra (Badajoz).
Una enfermedad crónica
El problema es que en España no se quiere reconocer la obesidad como una enfermedad crónica y los pacientes se ven gordos, no enfermos, alerta Carretero. “Su falta de reconocimiento impide, asimismo, que estos pacientes accedan con facilidad a los tratamientos, que, encima, no están financiados por el Sistema Nacional de Salud”, critica.
El exceso de peso se está convirtiendo en otra pandemia, pero silenciosa. El 23,6% de los pacientes que acuden a las consultas de medicina interna sufre obesidad (definida como un índice de masa corporal superior a 30) y el 60%, sobrepeso, según el estudio Obemi de la SEMI. Unas cifras todavía más sangrantes en los niños, donde uno de cada cuatro tiene exceso de peso.