FUENTE: Diario Médico
El Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) ha elaborado unos criterios dirigidos a los especialistas en Medicina Familiar y otros profesionales sanitarios para descartar la infección aguda por SARS-CoV-2 tras la vacunación.
Desde la semFYC instan a mantener la observancia frente a cuadros de infección respiratoria susceptibles de ser atribuibles al SARS-CoV-2 entre aquellas personas que han iniciado el proceso de vacunación.
Los expertos de la sociedad científica recuerdan que el proceso vacunal actual permite a la mayoría de las personas desarrollar la inmunidad progresiva, aunque no hay un 100% de protección. Por este motivo es importante alertar a los profesionales sanitarios y la ciudadanía que no se debe bajar la guardia.
Los criterios para descartar infección aguda por SARS-CoV-2 tras la vacunación se agrupan según aparecen durante la primera semana tras la vacunación (indistintamente de si se trata la primera o la segunda dosis):
-Curso prolongado (desde el tercer día) o aumento progresivo de la intensidad de los síntomas generales relacionados con la vacunación (febrícula/fiebre, escalofrío, astenia, cefalea, mialgias, artralgias)
-Presencia de otro/s síntoma/s o signo/s no relacionados con la vacunación y asociados con frecuencia a la infección activa de SARS-CoV-2 (tos, sensación de falta de aire, odinofagia, anosmia, ageusia, dolor torácico).
Si ya ha transcurrido la primera semana desde la vacunación, la sospecha se centra en:
-Cualquier persona con un cuadro de infección respiratoria de aparición súbita, sospechosa de infección aguda por SARS-CoV-2
Los expertos recalcan que las vacunas no impiden el riesgo de infección por SARS-CoV-2, aunque lo hacen menos probable. Por este motivo a toda persona con antecedente vacunal que presente sospecha clínica de infección por el SARS-CoV-2 se le realizará una prueba diagnóstica de infección activa por SARS-CoV-2.
En el momento actual, se dispone de dos pruebas de detección de infección activa, una prueba rápida de detección de antígenos (antigen rapid diagnostic test, Ag-RDT) y una detección de ARN viral mediante una RT-PCR o una técnica molecular equivalente. La realización de una u otra, o una secuencia de ellas, dependerá del ámbito de realización, la disponibilidad y de los días de evolución de los síntomas
Según concreta a DM Jose Maria Molero, portavoz de Enfermedades Infecciosas de la semFYC, en caso de confirmarse una infección por el nuevo coronavirus tras la vacunación debe comunicarse al igual que otro caso no vacunado. “Se trata de unos eventos adversos coincidentes, pero no causados por la vacuna, ni el proceso de vacunación. Se tiene que notificar a Salud Pública”.
Si la infección se ha producido tras la primera dosis, “no está establecida la forma de actuar. Se postpone la segunda dosis, pero no está protocolizado cuándo se administra”.
El especialista admite que existen pocos datos sobre la enfermedad tras la vacunación. “En la mayoría de los ensayos tipo 3 son pocos los pacientes que se han vacunado e infectado. Con la vacuna de Pfizer-BioNTech se registraron 39 casos en el grupo BNT162b2 tras la primera dosis y nueve, tras la segunda”. No obstante, es de esperar que la enfermedad sea menos grave “sobre todo en los que han realizado la vacunación completa, pero es muy pronto para saberlo”.
En cuanto a las recomendaciones o tratamientos más adecuados en el caso de que se confirme la infección tras la vacunación, Molero recuerda que hay que “actuar igual que en la infección en no vacunados, tanto en las pruebas a realizar, con PCR y/o test antigénico rápido, según protocolo, como en el aislamiento”.