FUENTE: La Razón
La microbiota es un órgano decisivo en el comportamiento del organismo frente a las enfermedades. Y así lo ha demostrado ahora un nuevo ensayo clínico de fase II al confirmar que cambiar el microbioma intestinal mediante un trasplante fecal mejora la respuesta de los pacientes con melanoma avanzado que no respondían a la inmunoterapia, según publican los investigadores en la revista científica ‘Science’.
En concreto, en este estudio un grupo de investigadores del UPMC Hillman Cancer Center y el National Cancer Institute (NCI) de Estados Unidos administró trasplantes de microbiota fecal (TMF) e inmunoterapia anti-PD-1 a pacientes con melanoma que habían fallado en todas las terapias disponibles, incluido el anti-PD-1, y luego realizó un seguimiento de los resultados clínicos e inmunológicos. Los colaboradores del NCI analizaron muestras de microbioma de estos pacientes para comprender por qué TMF parece mejorar su respuesta a la inmunoterapia. “El TMF es solo un medio para un fin”, explica el coautor principal del estudio, Diwakar Davar, oncólogo médico y miembro del Programa de Inmunología e Inmunoterapia del Cáncer (CIIP) de UPMC Hillman y profesor asistente de medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh. “Sabemos que la composición del microbioma intestinal, las bacterias intestinales, puede cambiar la probabilidad de responder a la inmunoterapia. Pero, ¿qué son las bacterias ‘buenas’? Hay alrededor de 100 billones de bacterias intestinales y 200 veces más genes bacterianos en el microbioma de un individuo que en todas sus células juntas”, detalla el investigador.
Ventajas del trasplante fecal
El trasplante fecal ofrece una forma de capturar una amplia gama de microbios candidatos, probando billones a la vez, para ver si contener las bacterias “buenas” podría hacer que más personas sean sensibles a los inhibidores de PD-1. Este estudio es uno de los primeros en probar esa idea en humanos. Así, Davar y sus colegas recolectaron muestras fecales de pacientes que respondieron muy bien a la inmunoterapia anti-PD-1 y realizaron pruebas para detectar patógenos infecciosos antes de administrar las muestras, mediante colonoscopia, a pacientes con melanoma avanzado que nunca antes habían respondido a la inmunoterapia. A continuación, se administró a los pacientes el fármaco anti-PD-1 pembrolizumab, y funcionó: de los 15 pacientes con melanoma avanzado que recibieron el tratamiento combinado de FMT y anti-PD-1, seis mostraron reducción del tumor o estabilización de la enfermedad durante más de un año.
“La probabilidad de que los pacientes tratados en este ensayo respondan espontáneamente a una segunda administración de inmunoterapia anti-PD-1 es muy baja”, apunta el coautor principal del estudio, Hassane Zarour, inmunólogo del cáncer y colíder del CIIP en UPMC Hillman y profesor de medicina en Pitt, quien hace hincapié en que “entonces, cualquier respuesta positiva debería atribuirse a la administración de un trasplante fecal”. De hecho, el análisis de las muestras tomadas de los receptores de TMF en este estudio reveló cambios inmunológicos en la sangre y en los sitios del tumor, lo que sugiere una mayor activación de las células inmunitarias en los respondedores, así como una mayor inmunosupresión en los no respondedores. La inteligencia artificial relacionó estos cambios con el microbioma intestinal, probablemente causado por el trasplante de materia fecal.
En un futuro no muy lejano Davar y Zarour esperan realizar un ensayo más amplio con pacientes con melanoma, así como evaluar si el trasplante puede ser eficaz en el tratamiento de otros cánceres. En última instancia, su objetivo es reemplazar el TMF con píldoras que contienen un cóctel de los microbios más beneficiosos para impulsar la inmunoterapia, pero aún faltan varios años para eso. “Incluso si queda mucho trabajo por hacer, nuestro estudio genera esperanzas para las terapias de cáncer basadas en microbiomas”, resalta Zarour, quien ocupa la cátedra James W. y Frances G. McGlothlin en Investigación de inmunoterapia contra el melanoma en el UPMC Hillman.