FUENTE: Diario Médico
La terapia con células CAR-T ya supone una opción para los pacientes con leucemia linfoblástica aguda mayores de 25 años que recaen, gracias a la labor de un equipo de médicos e investigadores del Hospital Clínic de Barcelona.
Este tratamiento, denominado CAR ARI-0001, acaba de recibir la aprobación de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS). Se convierte así en el primer CAR-T desarrollado íntegramente en Europa que recibe la luz verde de una agencia reguladora.
La autorización emitida por la AEMPS es de uso excepcional hospitalario, lo que significa que se otorga para la producción y administración de la terapia CAR en el Hospital Clínic.
Según ha detallado Álvaro Urbano-Ispizua, director del Instituto Clínic de Enfermedades Hemato-Oncológicas, y uno de los médicos implicados en el desarrollo del ARI-0001, se indica en pacientes con leucemia linfoblástica aguda (LLA) resistentes a los tratamientos convencionales que son mayores de 25 años. En esa situación, ha recordado el médico, apenas tienen dos semanas de expectativa de vida con un abordaje convencional.
En el ensayo clínico realizado para solicitar la aprobación, “incluimos a 58 pacientes, de los que prácticamente el 90% habían recaído tras un trasplante de médula ósea”. La infusión de los linfocitos CAR-T obtuvo respuesta en el 84% de los pacientes, pero algunos recayeron de nuevo, de forma que “al año de seguimiento, el 69% de los enfermos estaban vivos y el 47% vivos y libres de enfermedad”.
“El beneficio para los pacientes es claro, puesto que no hay ningún CAR en el mundo aprobado para pacientes con LLA resistente mayores de 25 años”, ha enfatizado Urbano-Ispizua en rueda de prensa. La terapia CAR-T para LLA resistente que se comercializa en España está indicada ahora en menores de esta edad.
Administración fraccionada
La toxicidad observada fue “reversible” y similar, “o incluso algo inferior” a la referida con otras terapias CAR similares. De hecho, como ha explicado Urbano-Ispizua, el ARI-0001 no difiere en mucho con la otra terapia CAR comercializada indicada en pacientes con LLA menores de 25 años. En su composición, se diferencia “en el punto de anclaje a la célula tumoral”. Tampoco difiere mucho respecto a los resultados clínicos:
“Creemos, en cambio, que la toxicidad es menor, probablemente por la forma de administrarlo”, ha admitido el hematólogo que se realiza de forma fraccionada: "Damos un 10% como dosis inicial, si lo tolera bien, el 30% y, posteriormente, el 60%. Esta forma progresiva de administrarlo pensamos que sobre todo en pacientes con mucha actividad de la enfermedad, influye en la toxicidad".
Entre las ventajas reseñadas añadidas de esta terapia, que ha reseñado Manel Juan, jefe del Servicio de Inmunología del Clínic (CDB), y otro de los artífices de la investigación y desarrollo del ARI-0001, junto con los doctores Julio Delgado, Susana Rives (Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona) y Valentín Ortiz, se encuentra la producción local de un tratamiento que normalmente requiere ser enviado a otro país.
La preparación de los linfocitos T, una vez que se extraen del paciente, se efectúa en el “quirófano de células”, término con el que el inmunólogo ha aludido a la sala blanca. En esta instalación aséptica que reúne unos requisitos expresos de seguridad, se modifica genéticamente a las células extraídas del paciente para potenciar su acción frente a las células del cáncer, una vez infundidas en el enfermo. En esa modificación, se emplea un "anticuerpo propio creado en el hospital hace más de 30 años al que le encontramos una nueva aplicación", ha explicado Juan. Y se utiliza un virus como vector desarrollado también en las instalaciones del Clínic.
De esta forma se acorta el proceso de preparación del CAR, que se puede obtener en días frente al mes de los CAR de la industria farmacéutica, lo que supone una gran ventaja para unos pacientes “en situación frágil”. Por no hablar de lo que implica en cuanto a reducción en los costes.
El director general del Hospital Clínic, Josep M. Campistol, ha calificado la aprobación de esta terapia avanzada de “hito para la sanidad pública y la investigación de nuestro país”, tras años de lucha para poder desarrollar el CAR en el marco académico.
Campistol ha tenido también un recuerdo especial para Ari Benedé, una joven diagnosticada de LLA que falleció el 2 de septiembre de 2016. Ella y su madre, Àngela Jover, pusieron en marcha el proyecto que ahora culmina con la aprobación. También, para todo el equipo multidisciplinar -formado por más de 175 profesionales- que ha participado en este proyecto y todas las fundaciones e instituciones que lo han apoyado.
Tras el ensayo clínico
Además de los pacientes tratados en el contexto del ensayo clínico, otros 16 pacientes han recibido la terapia ARI-0001 por la vía de uso compasivo.
Además, ha expuesto Urbano-Ispizua, ya está en marcha un nuevo estudio que incluirá a otros 30 pacientes, en el que participan nueve centros españoles. “Para este estudio, produciremos el CAR en el Clínic y lo enviaremos a esos centros, para que adquieran la experiencia suficiente que les permita solicitar la administración de este tratamiento”.
De hecho, como ha puntualizado César Hernández, jefe del Departamento de medicamentos de uso humano de la AEMPS, “la autorización de uso que se concede en base a esta legislación de medicamentos de terapia avanzada de fabricación no industrial debe permitir, tanto el acceso de pacientes que no tienen otras alternativas de tratamiento, como continuar generando conocimiento sobre el medicamento para que, eventualmente, se consiga una autorización de comercialización centralizada para toda Europa”.
Al respecto, Gonzalo Calvo, jefe de Servicio de Farmacología Clínica del Área del Medicamento del Clínic, responsable de un grupo de profesionales que ha elaborado el dossier para la solicitud de aprobación, ha recalcado que “la idea es poder extender el tratamiento lo máximo posible a otros centros, y que esta vía de excepción se pueda ampliar”.
Tampoco se detiene aquí la investigación en el CAR académico. El equipo del Clínic ya está ensayando el ARI-0002, que cambia la diana de las células tumorales del CD19 al BCMA para tratar a pacientes con mieloma múltiple.