FUENTE: Diario Médico
Cada año se diagnostican en España entre 1.100 y 1.400 casos de cáncer en niños menores de 14 años y cerca de 400 entre los 14 y 19 años. La leucemia y los tumores cerebrales son los tipos de cáncer más frecuentes en estas franjas etarias.
Aunque la tasa de supervivencia actual se sitúa en un 80% de los casos, los datos siguen siendo sombríos: cada día muere en nuestro país un niño y el cáncer infantil se sigue considerando una patología rara pese a ser la primera causa de muerte en la edad pediátrica. En el mundo, cada año se diagnostican más de 250.000 casos de cáncer en niños. De ellos, 90.000 mueren anualmente por esta enfermedad.
Elevar la supervivencia en los que no superan la enfermedad
Uno de los objetivos prioritarios de la investigación es elevar la tasa de supervivencia para esos 2 de cada 10 niños que no superan la enfermedad tumoral. Y son muchas las entidades, públicas y privadas, que muestran su compromiso en la lucha contra el cáncer infantil que hoy celebra su Día Internacional.
En el caso concreto de organizaciones como CRIS contra el cáncer el apoyo a la investigación se lleva a cabo mediante distintas líneas financiadas en hospitales públicos de España, Francia y Reino Unido y a través de la Unidad CRIS de Investigación y Terapias Avanzadas en el Hospital Universitario de La Paz, de Madrid.
“Ya no se trata solamente de curar casos que antes no se lograsen curar; se trata de curar mejor”, explica Antonio Pérez, director de la Unidad CRIS de Investigación y Terapias Avanzadas y jefe de Hemato-Oncología Pediátrica de La Paz.
La clave para sacar adelante a pacientes que no responden a tratamientos convencionales pasa por un engranaje multidisciplinar de expertos en diversas áreas, con un impacto vital desde el proceso de un complejo proceso del complejo diagnóstico, la identificación genética de las posibles dianas terapéuticas, detectar el determinar la mejor estrategia de tratamiento y adecuado seguimiento del paciente, con especial énfasis en aquellos niños y adolescentes cuyos tumores presentaban características particulares o poco comunes que los volvían resistentes a los diferentes tratamientos.
“La ventaja de poder dar tratamientos dirigidos a los pacientes es que por una parte van a poder recibir una alternativa terapéutica cuando las terapias convencionales no están funcionando y además van a hacer que esos pacientes tengan mucho menores efectos secundarios que los tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia que son los que habitualmente se administran a pacientes oncológicos pediátricos”, insiste Adela Escudero, del equipo de CRIS contra el cáncer de La Paz.
La importancia de las Terapias Avanzadas
Las células tumorales acumulan mutaciones o alteraciones en su material genético que las hacen malignas, por lo que estudiar el material genético tumoral puede dar información valiosa sobre el diagnóstico, pronóstico o tratamiento de los pacientes con cáncer.
En la mayoría de ellos estas mutaciones son somáticas, lo que indica que se encuentran exclusivamente en las células tumorales. Sin embargo, aproximadamente el 10% de los pacientes han nacido con una mutación que predispone a un proceso tumoral y esa predisposición genética pueden haberla heredado de sus padres, hecho que hace necesario realizar un estudio genético a los padres para comprobar si hay un síndrome de predisposición al cáncer familiar que puede afectar a otros hijos, señalan profesionales del Hospital Niño Jesús de Madrid, otro de los centros referenciales en España en el tratamiento del niño y del adolescente con cáncer.
Por diferentes razones se ha desarrollado menos en el cáncer infantil aunque en el momento actual es ya imprescindible por sus beneficios: mejora el diagnostico, proporciona un pronóstico más adecuado y, en algunos casos, aporta una solución terapéutica. Gracias a estos conocimientos, se están desarrollando nuevas terapias que permitirán aumentar la supervivencia y la calidad de vida de los niños y adolescentes con cáncer, particularmente de aquellos con tumores más complejos.
En este sentido, la Unidad de Oncogenómica del Hospital Niño Jesús de Madrid es la única dedicada exclusivamente a niños y adolescentes en nuestro país que mantiene un doble objetivo: realizar una labor de asistencia clínica para dar atención a este tipo de pacientes y desarrollar líneas de investigación pioneras en oncología pediátrica.
La citada Unidad tiene una estrecha relación con la de Ensayos Clínicos, lo que garantiza el acceso a todas las dianas terapéuticas posibles en el contexto de ensayos clínicos.
Este centro es también pionero en el desarrollo de Terapias Avanzadas, junto con otros tres hospitales seleccionados por el Ministerio de Sanidad en toda España para aplicar la terapia CAR-T en menores de 18 años. Se trata de una terapia indicada para el tratamiento de la leucemia linfoblástica avanzada y que ha recidivado en varias ocasiones.
En los últimos seis meses se ha aplicado esta terapia a ocho pacientes -un tercio de los tratamientos que se han realizado a niños en toda España-. De estos 8 pacientes, 6 se encuentran actualmente libres de la enfermedad.
Este año, y debido al impacto de la pandemia por covid-19 en la asistencia sanitaria, la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer demanda una mejor calidad de vida para los menores con cáncer, uniéndose un año más a la campaña internacional ideada por Childhood Cancer Internacional, bajo el lema “Una mejor supervivencia es posible”.
Esta entidad ha presentado el estudio Impacto de la Covid-19 en las familias con menores con cáncer, que alerta sobre los problemas que están ocasionando los reajustes del sistema sanitario derivados por el coronavirus en el diagnóstico y tratamiento de los niños con enfermedad tumoral.
Cambios o retrasos en pruebas y terapias
“Durante la pandemia, las pruebas y tratamientos de un 30% de menores con cáncer se vieron afectadas en forma de retrasos o cambios según los datos obtenidos en el estudio", según Juan Antonio Roca, presidente de la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer, fenómeno que respalda Ana Fernández-Teijeiro Álvarez, Presidente de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP).
“La pandemia ha añadido una nueva variable a la atención a los niños y adolescentes con cáncer, especialmente en los meses más duros, con la actividad de los servicios sanitarios restringida y casi limitada a la atención a los pacientes infectados. Aunque la infección en estos pacientes es generalmente leve y con una mortalidad mínima, en los próximos años se podrá analizar la repercusión real de la pandemia en la supervivencia de los niños y adolescentes con tumores malignos en España”.