FUENTE: La Razón
El lipedema es una enfermedad prácticamente desconocida para la población general. Se trata de la acumulación de grasa en caderas, muslos y brazos que, progresivamente, puede colapsar el sistema linfático y producir dolor. Afecta casi exclusivamente a mujeres, suele aparecer durante la pubertad y habitualmente se confunde con la obesidad. Aunque el sobrepeso es un factor agravante, no tiene por qué ser una de las causas. “El sobrepeso y la obesidad no tienen síntomas, mientras que el lipedema sí”, explica el doctor Enrique Burgos de la Obra, director de Lipemedical, a Infosalus.
Es una enfermedad con poca visibilidad, pero común, ya que afecta a muchas mujeres, como por ejemplo la actriz Itziar Castro, que comenzó su tratamiento el pasado mes de julio. Sus síntomas suelen percibirse en la fase avanzada de la afección. Entre ellos se encuentra el aumento de volumen localizado en la zona afectada (más frecuentemente en los miembros inferiores), sensación de hinchazón, desproporción de la parte afectada respecto al resto del cuerpo y dolor, entre otros. Además, a diferencia de la obesidad, la grasa localizada no desaparece con la dieta y el ejercicio físico. Las pacientes también tienen hipersensibilidad al frío, la presión y el contacto, y es frecuente la aparición de hematomas.
Causas del lipedema
El origen exacto de esta enfermedad no está claro, según explican desde la clínica Lipemedical, pero es cierto que tanto la genética como el factor hormonal juegan un papel importante. La dolencia aparece o se intensifica durante etapas de cambio hormonal, como la pubertad o el embarazo. Además, otros trastornos como hipertiroidismo o la diabetes son factores agravantes.
Su diagnóstico es clínico, por lo que es necesaria una consulta con un médico especializado en la patología. El profesional se encargará de analizar la historia clínica del placiente y examinará si padece la enfermedad y, de ser así, cuál es su grado de evolución. Determinar la fase de la enfermedad es crucial para concretar un tratamiento.
Tratamiento
Esta acumulación de grasa no guarda relación con una mala dieta o una vida sedentaria, por lo que ponerse a régimen y comenzar a realizar ejercicio físico no dará mucho resultado. En etapas tempranas de la enfermedad puede ser útil, al igual que otros métodos conservadores como la medicacion para minimizar el dolor y el drenaje linfático. No obstante, la solución definitiva es el tratamiento quirúrgico mediante una técnica de liposucción específica, asistida por chorros de agua.