Hace poco más de un año nuestras vidas se vieron interrumpidas por el virus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de la COVID-19. Desde entonces, se han percibido cambios tan abismales como el hecho de que hemos reducido nuestra socialización casi exclusivamente al ámbito del núcleo familiar -sin tener en cuenta las vías telemáticas-, así como limitando el desarrollo psíquico y muscular corporal. Todo ello ha desembocado en muchas personas en los que llamamos fatiga pandémica.
El término fatiga pandémica ha sido acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e indica un estado con insomnio, depresión, ansiedad, estrés, cansancio crónico o deterioro cognitivo, entre otros síntomas. El peligro está en que las personas tiendan a cuidarse menos y que esto repercuta en las medidas de seguridad. Esto se debe a que, tras situaciones de estrés prolongadas como el miedo a contagiarse, las restricciones sociales o la pérdida de trabajo, resulta natural que las personas se relajen con las medidas sanitarias y dejen de lavarse las manos con la frecuencia necesaria o de llevar correctamente la mascarilla. De ahí la importancia de intentar retomar las riendas y evitar todos los descuidos posibles para frenar la pandemia. Sin olvidar que, ahora que se acerca la primavera, se suma la astenia primaveral… ¡la que nos faltaba!
#consejosMICOF
Desde el MICOF te recomendamos seguir estos consejos para sobrellevar la fatiga pandémica:
El tratamiento fitoterápico recomendado por tu farmacéutico
Debido a que son muchas las personas que están experimentando la fatiga pandémica, desde la farmacia comunitaria tu farmacéutico puede proponer el uso de plantas medicinales que se centren en los problemas de salud que se han derivado. En concreto, el tratamiento fitoterápico se basa en drogas psicoestimulantes o con propiedades adaptógenas.
Se puede recomendar el uso de plantas medicinales con propiedades psicoestimulantes entre las que encontramos:
También son útiles las plantas adaptógenas, que contienen una serie de sustancias farmacológicas capaces de inducir en un organismo un estado de resistencia aumentada no específica que permite contrarrestar las señales de estrés y adaptarse a un esfuerzo excepcional, minorando la fatiga y proporcionando mejor descanso. Entre ellas encontramos las siguientes:
Además de las ya mencionadas, existen otras plantas adaptógenas usadas en la astenia como: la bacopa (Bacopa monnieri), el regaliz (Glycyrrhiza glabra), la angélica china o Dong Quai (Angelica sinensis), el cardo mariano (Silybum marianum), el hisopo (Hyssopus officinalis), la moringa (Moringa oleífera), el astrágalo (Astragalus alopecuroides), el Yiaogulan (Gymnostemma pentaphyllum), la centellaasiática (Centella asiática), suma o ginseng brasileño (Pfaffia paniculata), el grosellero de la India o Amla (Phyllantus emblica), el Fo-Ti (Fallopia multiflora), la albahaca santa (Ocinum tenuiflorum), el lúpulo (Humulus lupulus), el azafrán (Crocus sativus), y la cada vez más utilizada fruta de los 5 sabores o esquizandra (Schisandra sinensis), con un gran contenido en lignanos con propiedades antiasténicas.