FUENTE: Valencia Plaza
Investigadores de la Universidad de Tsukuba (Japón) han evidenciado, en un estudio publicado en la revista 'Scientific Reports', que el ejercicio provoca cambios en la calidad del sueño, estos cambios pueden no ser subjetivamente perceptibles.
En concreto, los expertos han revelado que el ejercicio vigoroso pudo modular varios parámetros del sueño asociados con la mejora del sueño, sin afectar los informes subjetivos sobre la calidad del sueño. Se sabe que el ejercicio mejora la calidad general del sueño al reducir la cantidad de tiempo que se tarda en conciliar el sueño y aumentar la potencia de las ondas cerebrales durante el sueño de ondas lentas (SWS), también conocido como sueño profundo.
Sin embargo, los estudios que investigan el vínculo entre el ejercicio y el sueño han producido una variedad de resultados contradictorios, probablemente debido a las limitaciones relacionadas con los sistemas de clasificación de las etapas del sueño.
Los investigadores de la Universidad de Tsukuba tenían como objetivo abordar esto utilizando el coeficiente de variación de la envolvente (CVE), que es un nuevo método computacional para analizar señales cerebrales como las recopiladas en la investigación del sueño.
"CVE es una herramienta novedosa para cuantificar la profundidad del sueño de acuerdo con las características de las oscilaciones cerebrales. Queríamos usarlo para determinar si el ejercicio mejoraría o disminuiría la calidad del sueño, además de determinar si los periodos cortos de ejercicio podrían ejercer un efecto duradero sobre el estado metabólico".
Para ello, los investigadores reclutaron a un grupo de hombres jóvenes sanos y examinaron los efectos de 60 minutos de ejercicio vigoroso sobre la calidad del sueño en términos de informes subjetivos y polisomnografía, en los que se recopilan datos sobre el estado fisiológico y neurológico en un laboratorio durante dormir.
"Los resultados fueron sorprendentes. Descubrimos que el ejercicio mejoró la calidad del sueño según lo medido con técnicas objetivas, mientras que los participantes no informaron cambios en la calidad de su sueño", han señalado los expertos.
Los investigadores especularon que los beneficios de una mejor calidad del sueño podrían haber sido contrarrestados por un aumento del estrés y el dolor muscular, porque los participantes no estaban acostumbrados al ejercicio vigoroso.
"Los resultados de las evaluaciones subjetivas de la calidad del sueño indican que el ejercicio moderado regular puede ser más beneficioso para la calidad del sueño percibida que el ejercicio vigoroso ocasional, que podría no tener un efecto subjetivo a pesar de las mejoras objetivas del sueño", han detallado.
Las personas que realizan ejercicio vigoroso pueden percibir una disminución en la calidad de su sueño en comparación con si no se hubieran ejercitado en absoluto. Sin embargo, los hallazgos de este estudio indican que la estructura del sueño puede mejorarse con el ejercicio y tiene una aplicación potencial en el desarrollo de nuevas recomendaciones de tratamiento para varios trastornos del sueño.