FUENTE: La Razón
El Delirium o Síndrome Confusional Agudo (SCA) representa una urgencia médica, por lo que es muy importante su diagnóstico precoz por parte del personal sanitario y sobre todo su prevención, ya que no tiene un tratamiento específico, según avisa la geriatra del Hospital Quirónsalud Zaragoza, Nieves Fernández Letamendi.
“Es uno de los trastornos cognitivos más importantes en el anciano, tanto por su elevada prevalencia (20-50% de los mayores ingresados) e incidencia (15% de los ancianos que ingresan en el hospital) como por su pronóstico (que va a ser peor en los pacientes con deterioro cognitivo previo, y que puede condicionar una mortalidad hospitalaria que varía del 11 al 41%, y una mortalidad al año de un 38%)”, agrega.
Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), además, nos alertan de que el SCA puede ser la forma clínica de presentación de patologías graves, o bien aparecer en el curso de ellas, a veces asociado al tratamiento farmacológico utilizado. “El desarrollo de delírium tiene importancia desde el punto de vista económico y social, ya que los enfermos requieren cuidados especiales del personal sanitario, tienen mayor riesgo de caídas, de estancias hospitalarias más prolongadas y de mayor institucionalización”, advierten.
Por todo ello, los geriatras insisten en la necesidad de un diagnóstico correcto y precoz por parte del médico, y en la necesidad de formación especializada en medidas de prevención, no sólo para el personal médico, sino también para enfermería, auxiliares, e incluso cuidadores.
Se trata de una urgencia médica, por lo que la doctora Fernández Letamendi recomienda qué, ante la sospecha de delírium, no se dude a la hora de acudir a un centro sanitario para consultar lo antes posible y ser valorado por un especialista. Hoy en día, las instalaciones hospitalarias cuentan con circuitos limpios, que minimizan el riesgo de infección por SARSCov-2. Entre ellos, se encuentra el Hospital Quirónsalud Zaragoza, que cuentan con la acreditación ‘Applus+ protocolo seguro frente a la COVID-19’, que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.
El delirium se caracteriza por una alteración del nivel de conciencia y de la atención, así como de diversas funciones cognitivas (memoria, orientación, pensamiento, lenguaje o percepción), y se distingue de la demencia en que su inicio es agudo y su curso fluctuante, pudiendo durar varios días en el caso del SCA, o semanas en el subagudo, sostiene.
“Los familiares nos refieren su desconcierto porque el paciente pasa de tener una conversación coherente a, al poco rato, tener un discurso incoherente, incluso fabulador, desconfiado, con delirios (de perjuicio, de envenenamiento o de robo por ejemplo), y a tener incluso alucinaciones de predominio visual. Todo esto puede condicionar su comportamiento y expresar miedo o agresividad ante las personas que les atienden, no reconociéndolas. Asimismo, existe habitualmente una inversión del ritmo circadiano, con cuadro de somnolencia diurna y agitación nocturna”, revela la geriatra.
“El desarrollo de un SCA o delírium supone una importante sobrecarga para el familiar y/o cuidador, que se encuentra completamente desbordado y muchas veces no entiende qué está sucediendo y no sabe cómo afrontarlo”, alerta la geriatra.
Cómo se puede presentar el delírium
La Dra. Fernández Letamendi apunta a tres formas de presentación clínica del SCA:
- Hiperactivo: caracterizado por hiperactividad, agitación, agresividad, confusión, alucinaciones e ideación delirante. Se da en un 15-25% de los pacientes que lo padecen.
- Hipoactivo: Se da con más frecuencia en mayores y se caracteriza por hipoactividad, enlentecimiento psicomotor, bradipsiquia, lenguaje lento, inexpresividad facial, letargia, actitud apática, inhibición y dificultades para la ingesta. Se desarrolla en un 20-25% de los pacientes. Son los más difíciles de identificar, pues sus síntomas no son tan evidentes y puede pasar desapercibido para el personal sanitario si no está formado en identificar esta forma de presentación del síndrome confusional.
- Mixto (hiper e hipoactivo): Supone el 35-50% de los síndromes confusionales. Alternan la hiper e hipoactividad en el tiempo.
Medidas de prevención
En cuanto a su prevención, la geriatra aconseja en primer lugar qué, durante las primeras 48 horas se acompañe al anciano, también por la noche; además ve conveniente que, siempre que sea posible, y esté autorizado por el médico responsable, hay que estimular su movilización (moverse, caminar…), aunque sea dentro de la habitación, y si tiene que hacer reposo, potenciar los cambios posturales, preferentemente cada dos horas; si llevase gafas o audífonos, llevárselos siempre para que los pueda usar durante el ingreso.
Procurar su descanso nocturno, y actividad durante el día; la reorientación a la realidad: explicándole periódicamente qué ha sucedido, en qué día se esta y donde; mantener una buena iluminación en la habitación durante el día; traer objetos personales sencillos y manejables para conseguir un entorno más agradable y conocido (su transistor, por ejemplo, o una foto..); asegurar la ingesta de líquidos de manera segura, son otros de los consejos de la especialista de Quirónsalud Zaragoza.
Aquí resalta que “nunca se deben usar pajitas para facilitar la ingesta hídrica a los mayores si se sospecha de delírium, por el altísimo riesgo de broncoaspiración”. Recomienda también, protocolizar en estos paciente la monitorización del ritmo deposicional (contando con el tiempo que lleva sin deposición en casa) y la micción. Por parte de los familiares/cuidadores , es importante que avisen al personal si observan que el paciente tose o tiene dificultad para tragar o beber líquidos, orina poco o lleva 48 horas o más sin deposición, ya que así se evitarán factores de riesgo del SCA y sus complicaciones, que son prevenibles y tratables.