FUENTE: La Razón
La fertilidad es una de las áreas de la salud que más han avanzado en los últimos 40 años en cuestión de investigación y técnicas reproductivas, desde el momento en que comenzó a usarse de manera estandarizada alrededor del mundo. España actualmente se sitúa a la cabeza de las técnicas reproductivas en Europa y a nivel mundial. Esto ha sido así por un factor determinante: la disminución de la fertilidad tanto en mujeres como en hombres.
Diversos estudios demuestran cómo los hábitos de vida adquiridos sobre todo a partir del nuevo milenio son los más perjudiciales para la salud reproductiva. Las personas están cada vez más expuestas a sustancias tóxicas, ya sean de contaminación o en la alimentación, así como la forma de vida, en la que cada vez se está más estresado y el retraso en la edad de las mujeres a la hora de ser madres, juegan un papel fundamental en esta disminución generalizada de la fertilidad.
Actualmente, un 20% de la población menor de 40 años tiene problemas a la hora de concebir un hijo. Esto parece ser más común en las mujeres, en las que el porcentaje aumenta a un 30%. Problemas de salud como el ovario poliquístico o la endometriosis son factores frecuentes en una baja tasa de fertilidad de las mujeres, otros como el tabaco, el alcohol y una mala alimentación son igual de negativos para hombres y para mujeres.
La infertilidad está llena de prejuicios los cuales aún queda trabajo por eliminar, ya que es de los cuidados en salud a los que menos «atención» se presta de forma pública. Los médicos recomiendan que para mejorar este problema, generalizado cada vez más entre la población española, se preste atención desde una edad temprana. Realizar las revisiones ginecológicas periódicas, cuidar la alimentación, no tomar sustancias nocivas como el tabaco o el alcohol o practicar deporte y evitar el estrés son algunos consejos para tratar de prevenirla.