FUENTE: El Global.
Una de cal y otra de arena. Estas son las conclusiones que puede extraer la farmacia catalana del primer encuentro 'oficial' que mantuvieron el pasado 11 de febrero el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Cataluña y la patronal regional Fefac con los máximos representantes del Departamento de Economía del nuevo Gobierno de la Generalitat.
Si bien en este encuentro se confirmó las intenciones de la Administración de continuar abonando mensualmente y con fondos propios "el equivalente a una mensualidad" a las farmacias, también se transmitió el mensaje de que la recuperación de los plazos de pagos de facturas que marca el concierto y, por ende, el fin de los impagos que sufren las boticas catalanas desde hace tres años "dependerá de los acuerdos que se llegue con el nuevo Gobierno del Estado". O, lo que es lo mismo, eso descarta una solución al menos a corto plazo, dado que ni tan siquiera se ha constituido el mismo y tampoco es descartable la próxima convocatoria de nuevas elecciones gubernamentales si Pedro Sánchez no logra apoyos para su investidura (o candidatos alternativos).
En esa reunión entre colegios, Fefac y Economía se confirmó que este mes de febrero la Generalitat tiene previsto abonar el 73 por ciento pendiente de la factura de noviembre (83,6 millones de euros) y cerca de un 25 por ciento de la también adeudada factura de diciembre (21 millones de los 118,6 millones de euros que abarcan las recetas de esta mensualidad). Una vez se efectuase este pago —presumiblemente a finales de mes—, la deuda de la Generalitat con sus farmacias se rebajaría a 97 millones de euros (el 75 por ciento restante de diciembre). Según ha podido saber EG, la Generalitat no quiere que se incrementen aún más los plazos de pago a las farmacias, que actualmente se sitúan en 81,9 días.
En esta reunión, los responsables colegiales y de la empresarial farmacéutica insistieron a los representantes del departamento de Economía de la Generalitat la difícil situación que atraviesa el sector por esta problemática, y se hizo hincapié en la necesidad de establecer un calendario de pagos y recuperar los plazos que marca el concierto.
Cabe recordar que dentro del proceso independentista que quiere poner en marcha el Gobierno catalán, el nuevo consejero de Sanidad, Toni Comin, ha supeditado públicamente el fin futuro de los impagos a dicha independencia. En concreto, a "tener plena autonomía financiera y decidir con libertad cuándo cobran las farmacias, pero como el sistema de financiación de las comunidades autónomas en España no nos lo permite, las farmacias se encuentran sometidas a las decisiones del FLA", indicó en una reciente entrevista radiofónica. Por ello, sorprende que ahora se aluda a alcanzar "acuerdos con el nuevo Gobierno central" para poner fin a esta problemática. Unos acuerdos que, en todo caso, no parece que serían en ningún caso la concesión de la independencia —ni tan siquiera la económica— y sí la dotación de nuevos mecanismos de financiación a Cataluña, como viene ocurriendo con el FLA.