FUENTE: Valencia Plaza
Las consultas ginecológicas por cistitis se incrementan en verano un 25%, una afección que provoca en muchas mujeres escozor o, incluso, dolor al orinar o ganas recurrentes de ir al baño. Puede aparecer en cualquier época del año, pero es más frecuente durante el época estival y tiene su origen en la alteración de la flora regional y sus mecanismos de defensa.
"La cistitis, --explica el doctor David Fuster, ginecólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre--, es una enfermedad infecciosa de las vías urinarias bajas provocada en un 90% por la bacteria Escherichia coli. Es más típica en verano porque durante esta época proliferan en mayor medida factores que favorecen esta afección como es la humedad en la zona vaginal por los bañadores, el calor, la sudoración, el agua de las piscinas, el aumento de las relaciones sexuales o algunos productos irritantes. Lo que provoca que sea el caldo de cultivo perfecto para que proliferen las bacterias y lleguen a aumentar las consultas ginecológicas por cistitis en un 25 %".
Si se siente presión en la parte inferior de la pelvis, dolor o escozor al orinar, deseo de miccionar aunque la vejiga esté vacía, aumento del número de micciones, orinas de color intenso así como dolor al mantener relaciones sexuales, es necesario acudir al médico.
El doctor Fuster subraya que es "fundamental someterse a un análisis de orina para averiguar cuál es el germen responsable y a qué antibióticos es sensible". "Muchas mujeres no acuden al médico y se automedican, lo cual constituye un error. A veces las cistitis son más suaves en cuanto a la sintomatología, pero en ocasiones pueden originar una orina de aspecto más o menos turbio e incluso presencia de sangre, escalofríos y fiebre y dolores en la región lumbar que puede ser indicio de que la infección ya ha afectado al riñón, y estamos ante una pielonefritis", advierte el experto.
Hábitos de prevención
El doctor Fuster recomienda sobre todo una adecuada higiene de las partes íntimas "es muy importante limpiarse de forma correcta siempre que se va al baño de delante hacia atrás para no contaminar la entrada de la uretra con restos fecales" y agrega "se debe lavar los genitales y zona anal con jabón íntimo que respete el pH habitual de la vagina, y usar compresas y ropa interior de algodón que favorezca la transpiración.
Otra medida a tener en cuenta es orinar siempre después de las relaciones sexuales y usar barreras de protección que no sean dañinas.
Respecto a la hidratación, es clave "tomar una ingesta aproximada de un litro y medio diario de agua y sobre todo evitar retener la orina. En el momento que se tenga ganas se debe ir al baño" y subraya por otra parte que "la humedad facilita mucho la cistitis, sobre todo hay que tener cuidado con permanecer largos periodos de tiempo con el bañador mojado y hay que controlar la sudoración excesiva de las partes íntimas".
En los complementos alimenticios, "la ingesta de arándano rojo americano contiene un principio activo, las proantocianidinas (PACs), que previene la cistitis", comenta el profesional. En concreto la ingesta de PACs reduce la adhesión de la bacteria E.coli a los tejidos de la vejiga.
"También puede reducir la incidencia de las infecciones urinarias la ingesta de probióticos como son los distintos tipos de Lactobacillus, que recuperan la flora vaginal habitual y por tanto reducen la tasa de infecciones tanto genitales como urinarias", concluye.