En plena pandemia y cuando nos vemos inmersos en un nuevo repunte de casos promovido, entre otras causas, por las nuevas cepas del virus, con mayor capacidad de transmisión, las Unidades Pediátricas se han visto parcialmente sorprendidas por la emergencia en pleno verano de infecciones respiratorias. “Estamos viendo otros virus respiratorios diferentes del SARS Cov-2 y que estuvieron latentes, como agazapados, esperando su momento durante el invierno pasado”, explica el Dr. Leandro Picó, jefe de Pediatría del Hospital La salud, en Valencia.
Un hecho que confirman desde la Asociación Española de Pediatría. Y es que hay bastantes casos de bronquiolitis fuera de temporada, pero se está viviendo desde hace un par de meses, precisan. Aunque no es lo mismo este aumento de casos en mayo que en pleno verano y con muchos territorios a más de 40 grados.
“Los médicos-añade el Dr. Picó- estamos acostumbrados a la circulación anual de virus respiratorios durante el otoño-invierno. Todos los años entre noviembre y febrero sufrimos una epidemia de virus respiratorios que afectan predominantemente a lactantes menores de un año, produciendo la conocida y a la vez temible bronquiolitis y también otras infecciones respiratorias como bronquitis, laringitis, neumonías, etc.”.
Un hecho que confirman desde la Asociación Española de Pediatría. Y es que hay bastantes casos de bronquiolitis fuera de temporada, pero se está viviendo desde hace un par de meses, precisan. Aunque no es lo mismo este aumento de casos en mayo que en pleno verano y con muchos territorios a más de 40 grados.
“Los médicos-añade el Dr. Picó- estamos acostumbrados a la circulación anual de virus respiratorios durante el otoño-invierno. Todos los años entre noviembre y febrero sufrimos una epidemia de virus respiratorios que afectan predominantemente a lactantes menores de un año, produciendo la conocida y a la vez temible bronquiolitis y también otras infecciones respiratorias como bronquitis, laringitis, neumonías, etc.”.
Uno de estos virus al que podemos considerar el actor principal es el virus respiratorio sincitial (VRS), que es el virus más característico de la bronquiolitis. Se trata de una enfermedad que se contagia fácilmente y que se transmite entre personas por contacto directo con secreciones o a través de objetos o superficies contaminadas (juguetes, por ejemplo).
La bronquiolitis puede afectar con mayor gravedad a determinados grupos de riesgo como los recién nacidos prematuros y aquellos con patología pulmonar o cardiopatías de base, que con más frecuencia requerirán hospitalización e incluso estancias más o menos prolongadas en las unidades de cuidados intensivos pediátricos.
Por lo tanto, y debido a este cambio epidemiológico provocado por la pandemia, conviene no perder de vista las medidas preventivas en especial con los lactantes que si bien no han demostrado ser especialmente susceptibles al Covid si lo son a estos otros virus respiratorios, sobre todo, al VRS. Es decir, lavado de manos con agua y jabón, mantener el uso de mascarillas en el entorno familiar si existen síntomas de infección respiratoria, evitar lugares cerrados y ventilar bien las habitaciones, cumplir el calendario vacunal y alimentar siempre que sea posible con lactancia materna, explican desde el citado hospital.