FUENTE: Valencia Plaza
Las células T reguladoras (Treg) ayudan a controlar la inflamación y la autoinmunidad en el cuerpo pero hasta ahora ha resultado difícil encontrar los ingredientes moleculares adecuados para inducir Tregs estables inducidas (iTregs). Ahora, un nuevo estudio informa que la vitamina C y las proteínas TET pueden trabajar juntas para dar a los Tregs su poder para salvar vidas.
Las Tregs de hecho son tan importantes que los científicos están trabajando para generar iTregs in vitro para su uso como tratamiento de las enfermedades autoinmunes, así como del rechazo a los órganos trasplantados. Por desgracia, ha resultado difícil encontrar los ingredientes moleculares adecuados.
Ahora, científicos del Instituto de Inmunología de La Jolla y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, en Estados Unidos, informan en la revista 'EMBO Reports' de que la vitamina C y las proteínas TET pueden trabajar juntas para dotar a las Tregs de su poder para salvar vidas.
"La vitamina C puede utilizarse para estabilizar las iTregs generadas in vitro --afirma la doctora Xiaojing Yue, instructora del LJI, primera autora del estudio--. Esperamos que este tipo de Tregs inducidas puedan utilizarse en el futuro para el tratamiento de enfermedades autoinmunes y el trasplante de órganos".
El reciente estudio, dirigido por la profesora del LJI Anjana Rao y el instructor de Emory Benjamin G Barwick, se basa en el descubrimiento previo de que la vitamina C puede mejorar la actividad enzimática de las proteínas TET e impulsar la generación de iTregs estables en condiciones de laboratorio. Este hallazgo fue alentador, pero los científicos no querían trabajar hacia nuevas terapias autoinmunes sin analizar primero los patrones de expresión genética y otras características epigenéticas clave de las Tregs inducidas.
"Queríamos estudiar todo el sistema a nivel de genoma completo utilizando la tecnología de secuenciación de nueva generación para comprender mejor las características moleculares de estas células", dice Yue.
Un tipo importante de modificación epigenética afecta al propio ADN mediante la adición o eliminación de moléculas llamadas grupos metilo de las citosinas, una de las cuatro bases del ADN. Los grupos metilo pueden ser oxidados por las enzimas TET. Todas estas interacciones pueden acabar cambiando la forma en que las células "leen" el código del ADN.
Otro tipo de cambio epigenético consiste en la alteración de la accesibilidad del ADN: si el ADN está enrollado de forma suelta o apretada. Al desenrollarse las espirales de ADN, quedan expuestas regiones reguladoras que posteriormente influyen en la expresión de los genes.
En su análisis, los investigadores descubrieron que las proteínas TET son absolutamente necesarias para mantener la expresión génica y las características epigenéticas que hacen que las Tregs sean lo que son, y la adición de vitamina C dio lugar a iTregs con una expresión génica y unas características epigenéticas similares a las Tregs normales "de tipo salvaje" que se encuentran en el cuerpo. El estudio también revela una intrigante conexión entre la actividad enzimática de las TET, la vitamina C y la señalización IL-2/STAT5.
"En los ratones deficientes en componentes de la señalización de la IL-2/STAT5, como la IL-2, los receptores de la IL-2 o la STAT5, las Tregs no pueden desarrollarse adecuadamente o pueden tener una función deteriorada", afirma Yue.
Los investigadores demuestran que, por un lado, la deficiencia de TET en las células Treg conduce a un deterioro de la señalización de IL-2/STAT5; por otro lado, la vitamina C confiere a las Tregs una mayor señalización de IL-2/STAT5 al aumentar el nivel de expresión del receptor de IL-2 y la forma funcional de STAT5, así como la unión de STAT5 a regiones esenciales del genoma, lo que hace que estas células sobrevivan mejor en entornos difíciles con un bajo nivel de IL-2.
"Estamos buscando más moléculas pequeñas para estabilizar la actividad de las TET y generar Tregs inducidas que sean aún más estables --subraya Yue--. Estas Tregs inducidas podrían llegar a utilizarse para tratar a los pacientes".
"Esta investigación nos da una nueva forma de pensar en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes", dice a coautora del estudio Daniela Samaniego-Castruita, estudiante de posgrado en el LJI, que dirigió el análisis de la expresión génica y los cambios epigenéticos en las iTregs.