FUENTE: Las Provincias
Afortunadamente, cada vez somos más conscientes de la importancia y necesidad de cuidar nuestra piel durante el verano para protegerla de los efectos nocivos de la radiación solar. Sin embargo, nos solemos olvidar del pelo que, además del sol, tiene sus «particulares enemigos» durante esta época del año, como el cloro de las piscinas, la sal del mar, la arena e incluso el viento. « Todos estos elementos estropean la cutícula del cabello (su capa exterior) y contribuyen a que el pelo se parta con mayor facilidad, se encrespe y pierda lustre, por lo que es fundamental cuidarlo mucho durante el verano», recomienda la dermatóloga Ángela Hermosa, portavoz del grupo de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Si quieres lucir un pelo fuerte y sano en la playa o la piscina sigue estos consejos.
Usa mascarillas o aceites esenciales y evita el secador
El cloro y la sal son especialmente agresivos para el cabello seco y teñido porque aumentan todavía más su sequedad. «Sin embargo, el agua del mar se convierte en un aliado para las personas que lo tienen graso o padecen algún tipo de dermatitis en el cuero cabelludo o psoriasis, ya que absorbe la grasa, suaviza el pelo y aporta volumen. Además, las sales del agua de mar tienen un efecto beneficioso para problemas descamativos como la dermatitis seborreica o la psoriasis al mejorar la descamación, la irritación y los picores», añade la doctora María Agustina Segurado, experta asesora de la marca Nivea.
Al margen del tipo de pelo, la hidratación es una de las claves para evitar que el cabello se estropee durante los meses de verano. Después de un día de playa o piscina es conveniente utilizar mascarillas reparadoras. «Y siempre de medios a puntas para evitar que el cuero cabelludo se engrase», precisa la doctora Hermosa. Su frecuencia de uso va a depender del tipo de cabello, pero en general es recomedable aplicar la mascarilla «una media de tres veces a la semana. En algunos tipos de pelo también merece la pena aplicar acondicionadores porque va a facilitar su cepillado», precisa el dermatólogo David Saceda, miembro de la Unidad de Tricología y Transplante Capilar del grupo Pedro Jaén.
Además de las mascarillas y acondicionadores, otro producto que funciona muy bien para recuperar la sequedad de las puntas son los aceites esenciales. «La noche es el momento perfecto para aportar un extra de hidratación al cabello y una buena forma de hacerlo es con algún aceite rico en vitaminas, minerales y ácidos grasos, como el de argán. Se aplica el producto sobre el cabello y se deja actuar toda la noche. Al día siguiente, se lava y la diferencia salta a la vista. Son tratamientos muy sencillos que el pelo, sobre todo el seco y el dañado, agradecen mucho», señala la dermatóloga María Agustina Segurado.
Otra recomendación en la que insisten los expertos para lucir una melena con más lustre es la de evitar las fuentes de calor como el secador, las planchas o las tenacillas. « En la medida de lo posible, se debe dejar secar el cabello al aire», coinciden los expertos tricólogos.
Fotoprotección. Cubre bien la cabeza, las quemaduras en el cuero cabelludo aceleran la calvicie
En verano es muy importante proteger tanto el pelo como el cuero cabelludo del sol con un sombrero o una gorra. «De hecho, hay estudios científicos que relacionan la exposición a los rayos ultravioletas con un empeoramiento de la calvicie común. Además, una quemadura solar del cuero cabelludo supone un estrés para la raíz del cabello y empeora su caída», señala el doctor Saceda. Si lo vamos a exponer al sol, es conveniente aplicar un protector solar específico para el cabello. «Este tipo de fotoprotectores tienen un filtro que, además de evitar el daño causado por la radiación ultravioleta, confieren al pelo un extra de hidratación muy conveniente en verano», recuerdan los dermatólogos. Llevar el pelo protegido con un sombrero también contribuye a que se enrede menos.
Después del baño. Enjuágalo con agua dulce y utiliza peines de púas anchas
«El cloro de las piscinas y el salitre del mar dañan la cutícula capilar si los dejamos secar sobre nuestro pelo después de bañarnos. Por este motivo es recomendable enjuagar el cabello con agua dulce después de cada chapuzón. También es aconsejable volver a ponerse el sombrero una vez enjuagado el cabello, porque exponerse al sol con el pelo mojado acelera su deterioro y contribuye a que se decolore, un efecto todavía más llamativo en las personas que lo llevan teñido o con mechas», alertan en el Grupo Pedro Jaén. Además, es importante tener en cuenta que el pelo claro es más sensible y se aclara antes que el de coloración más oscura. Por otro lado, es preferible usar peines de púas anchas y recordar no dar tirones a la hora de desenredarlo, ya que el pelo en verano se rompe con mucha más facilidad.
Alimentación. Lleva una dieta rica en antioxidantes
El envejecimiento del pelo se debe en gran parte a la producción de radicales libres de oxígeno en las células del folículo piloso, lo que se traduce en un pelo con menos brillo, más débil y encrespado. La buena noticia es que «se trata de un problema que puede frenarse con una dieta rica en antioxidantes, que se encuentran principalmente en frutas y hortalizas frescas», señala el doctor Saceda.
Champús con pigmentos violeta para las canas y los rubios
El sol afecta especialmente a los cabellos rubios y canosos, «que suelen adquirir una tonalidad amarillenta o anaranjada durante los meses de verano», explica la dermatóloga Ángela Hermosa. Para mantener los cabellos claros luminosos, lo más importante es utilizar champús con pigmentos violetas. De esta forma, se neutraliza el tono amarillento y anaranjado que suelen adquirir las canas y los rubios por la exposición al sol, al cloro de la piscina o por el uso de productos que no son los adecuados. En el caso de las personas que lucen canas, la recomendación de los expertos es aplicar el champú en el área amarilla (suelen ser las puntas) porque si se aplica en la zona más blanca, puede quedar azulada. Al haber perdido la melanina, el pelo gris es muy sensible al sol, por lo que se debe proteger durante todo el año con protectores capilares. Además, se reseca con más facilidad.