FUENTE: 20 Minutos
Llega el verano y con él las piscinas, los bikinis... En conjunto, se crea un cóctel perfecto para que se produzca una de las infecciones vaginales más comunes: la candidiasis vaginal.
Con ese nombre se conoce a la infección en los genitales femeninos por parte del hongo candida albicans, un microorganismo que se encuentra de forma natural en la vagina pero que por desequilibrios en el ph vaginal, hormonales, en el resto de la flora bacteriana o en el sistema inmune se reproduce más de lo habitual.
Estos cambios, precisamente, pueden a menudo venir propiciados por, por ejemplo, llevar un bañador húmedo mucho rato; también, por el calor y el sudor.
En cualquier caso, cuando esto sucede se experimentan síntomas como cambios en la consistencia y el color del flujo vaginal y picor, ardor o dolor al orinar o mantener relaciones sexuales.
La candidiasis vaginal es fácilmente tratable a través de antimicóticos y probióticos, que restauran el equilibrio en la flora bacteriana.