Fuente: 20 Minutos
A menudo se asocia los problemas de tensión arterial con la edad, especialmente si se trata de hipertensión. Sin embargo, dado que los casos de hipertensión entre los niños y los adolescentes se están disparando en los últimos años, los profesionales aconsejan que se mida la presión arterial a los niños también de manera regular, especialmente si existe algún problema de salud o factores de riesgo. Y es que, una presión alta desde niño, además de poder ser consecuencia de alguna enfermedad grave no detectada, puede ser un indicador de problemas de salud en el futuro.
¿Cuándo y por qué hay que medir la presión arterial a los niños?
Debido a que los casos de hipertensión están cada vez más presentes entre niños y adolescentes, las guías tanto europeas como americanas aconsejan que se mida la presión arterial en los niños a partir de los tres años en niños asintomáticos como parte de sus revisiones periódicas. Si, además, tienen algún factor de riesgo o síntomas, las revisiones deberán ser antes de los tres años y más frecuentes.
Algunos de los factores de riesgo son la obesidad, la toma de algunos medicamentos que puedan elevar la tensión arterial -como los AINE, corticoides o descongestivos nasales-, tener alguna enfermedad renal, tener problemas de coartación aortica o diabetes o haber nacido prematuros o con bajo peso.
En cuanto a los síntomas -aunque muchas veces suele ser asintomática- que pueden indicar problemas de hipertensión en niños encontramos: tener la piel azulada o pálida (especialmente los bebés), infecciones urinarias frecuentes, respiración rápida, apnea del sueño, irritabilidad, dolores de cabeza, vómitos, convulsiones o dolor en el pecho, entre otras. Los tres últimos síntomas requerirán atención médica inmediata.
¿Cuáles son los valores normales?
Según el documento de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, ¿Hay que medir la presión arterial en niños? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? Hipertensión arterial en niños y adolescentes en Atención Primaria, no es fácil concluir cuando un niño tiene una presión arterial dentro de los niveles normales pues así como en el caso de los adultos, el corte está basado en estudios epidemiológicos, en niños proviene de una definición estadística arbitraria que tiene en cuenta, la edad, el sexo y el tamaño corporal, por lo que no es posible utilizar un único punto de corte. Así, para dictaminar que un niño tiene una presión arterial (PA) normal se tiene en cuenta qué PA tiene la mayoría de los niños de su edad, peso y sexo. A partir de los 16 años, los parámetros son los mismos que en los adultos.
Teniendo en cuenta estos parámetros, se clasifica la presión arterial en los niños como:
•Presión arterial normal. Cuando los valores se encuentran por debajo del percentil 90.
•Presión arterial normal-alta. Cuando los valores se encuentran entre el percentil 90 y el 95. (en adolescentes también ≥120/80 mmHg, aunque estos valores estén por debajo del percentil 90).
•Hipertensión estadio 1: Entre los percentiles 95 y 99 PAS y/o PAD ≥P95 y
•Hipertensión estadio 2: PAS y/o PAD >P99 + 5 mmHg.
Se recomienda que, en el caso de los niños, la PA se mida tres veces seguidas para confirmar el resultado. En caso de que los valores estén alterados, habrá que realizar pruebas alternativas, como análisis de sangre, para detectar la causa subyacente.
¿Por qué se altera la presión arterial en los niños?
En la mayoría de los casos, la hipertensión arterial en los niños está asociada al sobrepeso, por eso los casos están aumentando en los últimos años debido al aumento de la obesidad infantil. Otras veces se trata de una hipertensión primaria (sin causa aparente) y en otras esconde algunas enfermedades. Las más frecuentes, según la Asociación Española de Pediatría, son:
En niños recién nacidos: trombosis de la arteria renal, coartación de aorta, lesión renal congénita, displasia broncopulmonar.
Entre un mes y seis años: enfermedad parenquitamosa renal, coartación de aorta, estenosis de la arteria renal.
Entre seis y 18 años: enfermedad parenquitamosa renal, estenosis de la arteria renal y HTA esencial.
Otras causas pueden ser trastornos de las glándulas suprarrenales, toma de medicamentos, hipertiroidismo o trastornos del sueño.
En cuanto al tratamiento, depende de la causa y el grado. Si la hipertensión es leve y no hay causa subyacente lo más reconendable cambiar primero el estilo de vida: hacer ejercicio y cuidar la dieta para evitar el sobrepeso.
En caso de que sea grave o haya causas subyacentes, además de tratar estas, puede ser recomendable la administración de fármacos antihipertensivos como inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, betabloqueadores o diuréticos.
Es muy importante tratar la hipertensión también entre los niños, pues además de los problemas cardiovasculares en la edad adulta, aumenta las probabilidades de padecer accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca o renal o daño en algunos órganos.