Fuente: 20 Minutos
Que realizar ejercicio físico de manera regular es necesario para mantener una buena salud es de sobra conocido, pero a pesar de ello la ciencia sigue encontrando evidencias de que los beneficios del deporte van más allá de los que solemos atribuirle. Por ejemplo, es más desconocido que el deporte tiene importantes efectos antiinflamatorios.
En este sentido, una investigación llevada a cabo por científicos del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California y publicado en el medio especializado Brain, Behaviour and Immunity ha encontrado el mecanismo por el que operan estos efectos, que repercuten de manera positiva en pacientes con enfermedades como la artritis, la fibromialgia o la obesidad.
El experimento se llevó a cabo sobre 47 participantes a los que se hizo caminar durante 20 minutos en una cinta andadora a un nivel ajustado a su condición física, de manera que la intensidad del ejercicio fuese moderada, y se les tomaron muestras de sangre antes y después.
El mecanismo antiinflamatorio
Lo que observaron es que durante el proceso el cuerpo libera en el torrente sanguíneo una serie de hormonas como la epinefrina y la norepinefrina, que activan los receptores adrenérgicos en las células inmunes.
A su vez, esta activación desencadena una respuesta inmune consistente en la producción de muchas proteínas del grupo de las citoquinas y entre ellas algunas que regulan la producción de TNF (factor de necrosis tumoral), una sustancia reguladora de la inflamación local y sistémica.
Concretamente, observaron que los participantes marcaban un 5% menos de las células productoras de TNF en sangre.
La inflamación es una respuesta natural del sistema inmunológico necesaria para curarse de lesiones y eliminar patógenos. Sin embargo, cuando se vuelve crónica, puede llevar al desarrollo de enfermedades graves como pueden ser la diabetes, la obesidad o la artritis.
Por esto, este hallazgo podría tener un importante potencial terapéutico para pacientes con dolencias inflamatorias crónicas; además, apuntan los investigadores, al ser observables estos efectos con tan sólo 20 minutos de ejercicio moderado es más sencillo lograr el compromiso de los pacientes, ya que algunos de ellos podrían no seguir una posible terapia si requiriera un ejercicio más extenso o intensivo.