Fuente: 20 Minutos
La principal peculiaridad de la humanidad respecto a otras especies animales reside en lo complejo de su organización social, que nos permite lograr a través de la cooperación hazañas que de otro modo serían impensables. De hecho, parece ser que, cuando trabajamos en equipo, éste es más que la suma de las partes.
Así lo evidencia una investigación llevada a cabo por un equipo internacional de científicos y publicada en la revista bioRxiv, en la que los autores han encontrado que durante el trabajo en equipo se alcanza un estado en el que hay una mayor integración de la información y mayor sincronía neuronal, lo que se traduce en mejor rendimiento a la hora de realizar una tarea determinada y en efectos emocionales positivos.
"Flujo de equipo"
El experimento consistió en el escaneo de la actividad cerebral de 15 participantes de ambos sexos con habilidades musicales entrenadas mientras jugaban a un juego musical agrupados en parejas. Posteriormente, se les hizo jugar de la misma manera, pero separados por una pantalla opaca de sus compañeros de equipo. Como variable de control, se interrumpió el ritmo del juego con estímulos externos, como pitidos o manipulaciones de la música.
Con este método, los científicos pudieron comprobar que, cuando no existía separación entre los miembros de cada equipo, lograban una mayor concentración en la tarea y se distraían menos por los estímulos externos, además de que obtenían mejores resultados.
Más allá de esto, también detectaron que en el primer supuesto los cerebros de los participantes mostraban más actividad de ondas beta y gamma, relacionadas con tareas de alto procesamiento cognitivo, aprendizaje, felicidad e integración de la nueva información.
Una buena parte de esta actividad tenía lugar en el córtex izquierdo temporal, encargada de procesos como el lenguaje, la audición y ciertas emociones, algo que tiene sentido si tenemos en cuenta que se trataba de un juego musical. Lo curioso es que encontraron que esta parte del cerebro estaba recibiendo información de otras encargadas de procesos como la concentración y la socialización.
De hecho, cuando los participantes entraban en este estado que los investigadores llaman "flujo de equipo", se incrementaba también la sincronía tanto entre distintas regiones del cerebro (intracerebral) como entre los cerebros de los participantes (intercerebral).
De esta manera, los investigadores han tratado de identificar las características cerebrales de un estado mental que, hasta ahora, sólo se había podido definir en base a cuestionarios subjetivos. De esta manera, proponen un novedoso modelo neural del "flujo de equipo", aunque tendrá que ser confirmado con futuras investigaciones.