Fuente: 20 Minutos
Encontrarnos moho en algo que nos pensábamos comer es algo muy desagradable que, inmediatamente nos quita las ganas de comernos el alimento es cuestión. Sin embargo, por otro lado, nos da pena tirarlo y nos planteamos si, quitando la parte afectada, podremos aprovechar parte del alimento. Esto es algo muy común en la fruta, donde el moho se manifiesta en la parte externa de esta.
En el caso de la fruta, los expertos coinciden, y es que, si observamos moho en una pieza, por muy pequeño que sea y, aunque no veamos signos visibles de moho dentro de ella, por debajo de la piel, la recomendación es deshacernos de la pieza entera. Veamos cuáles son las razones por las que no es recomendable intentar salvar una pieza de fruta con moho.
¿Por qué hay que tirar la pieza entera?
Lo mohos son hongos microscópicos que, cuando crecen, podemos verlos en forma de pelos muy finos de distintas tonalidades, como blanco, gris, verdoso, etc. Sin embargo, antes de que estos hongos sean perceptibles para el ojo humano, es probable que estén ya presentes, pues los hongos se expanden por el alimento a través de unas raíces conocidas como hifas, que van penetrando por todo el alimento. Por tanto, aunque veamos moho solo en una parte superficial del alimento, sus hifas habrán penetrado mucho más profundamente. Además, estas hifas penetran con más facilidad y más rápidamente en alimentos blandos y con mucha agua, como es el caso de las frutas, especialmente las de consistencia más blanda y líquida, como las naranjas, muy propensas a ser colonizadas por el moho. De hecho, el moho suele degradar estos alimentos muy rápidamente. Es más, en caso de que decidiéramos quitar el moho de la fruta y comer el resto, notaríamos un sabor desagradable que, seguramente, nos quitarás las ganas de seguir comiendo.
¿Y si la fruta es dura?
Si la fruta es dura, tampoco es recomendable cortar un trozo y comerla, por los mismos motivos que explicábamos arriba. En el caso de, por ejemplo, manzanas y fresas, el moho tardará más días en colonizar las frutas, pero, puesto que son alimentos muy ricos en agua, lo mejor es tirar a fruta entera.
En el caso de otros alimentos duros, como las zanahorias, los embutidos, quesos curados… se podría quitar parte del alimento cortando, al menos, dos centímetros alrededor del moho visible, pero lo más seguro es desechar siempre el alimento. De hecho, en caso de que la fruta esté guardada junto con otras frutas, habría que revisar todas para comprobar que no hay más frutas afectadas e incluso cambiar el recipiente en el que se almacenan para cortar de raíz la propagación de los hongos.
¿Qué pasa si me como el resto?
Si nos comernos una fruta con alguna parte infectada por hongos, puede que su desagradable sabor nos impidiera terminarla entera. De no ser así, y nos la comiéramos entera sin saber que está colonizada por hongos, lo normal es que no te ocurra nada grave. En caso tener el sistema inmune debilitado, puede ser que tendamos algún problema digestivo -malestar estomacal, vómitos, diarrea-, dolor de cabeza o problemas respiratorios. Solo en caso de ser alérgicos podría ocasionarnos reacciones más graves.
Aun así, no hay que relajarse y evitar el contacto con hongos -tanto vía oral como respiratoria- todo lo posible, pues algunos contienen lo que se conoce micotoxinas, sustancias que sí pueden ser muy peligrosas para la salud a largo plazo. Como se advierte en AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, “algunas las micotoxinas pueden causar diversos efectos adversos como la inducción del cáncer y mutagenicidad, así como problemas en el metabolismo de los estrógenos, gastrointestinales o en el riñón. Algunas micotoxinas son también inmunodepresoras, reduciendo la resistencia a enfermedades infecciosas. Hay micotoxinas que producen estos efectos toxicológicos por exposición a las mismas a largo plazo y otras que presentan, además, efectos agudos (principalmente gastrointestinales)”.
Qué podemos hacer para evitar que la fruta tenga moho
Para evitar o retardar la aparición de moho en la fruta, debemos poner, sobre todo, atención en la conservación.