Debido a nuestro ritmo de vida, en la mayoría de las ocasiones no podemos planificar qué vamos a comer, por lo que descongelamos rápidamente la comida. Aunque, para evitar la perdida de calidad y la proliferación de bacterias, debemos conocer cuales son las mejores formas para descongelarla según la situación en la que nos encontremos

Fuente: 20 Minutos

Antes de la invención del congelador, la carne, como la mayoría de los alimentos, se conservaba en sal o bien extrayéndole la mayor cantidad de agua posible. Sin embargo, a pesar de su eficacia, estos tipos de conservación conllevan una modificación del sabor, la textura o la composición de la carne. Pero con la llegada del congelador, todas sus cualidades se pueden mantener gracias a las bajas temperaturas durante varios meses.

Sin embargo, estas cualidades pueden verse afectadas por el método por el cual lo descongelamos. Por tanto, para mantenerlas intactas, es importante realizar una descongelación adecuada. Aunque en muchos casos, debido a nuestro ritmo de vida, no podemos planificar qué comer al día siguiente, y mucho menos unos días después, por lo que descongelamos rápidamente la comida. Para evitar la perdida de calidad en el producto, debemos conocer cuales son las mejores formas para descongelarlo según la situación en la que nos encontremos. Las más recomendables son: en el microondas, con agua fría, con agua caliente o en la nevera.

Al descongelar alimentos utilizando el microondas, debemos saber que, aunque resulta muy práctico, el proceso de descongelación no suele ser homogéneo. Por tanto, es posible que se cocinen las partes más finas de la carne mientras que las más gruesas sigan congeladas.

Para evitarlo, en la medida de lo posible, debemos utilizar la potencia más baja de nuestro aparato y seleccionar la función para descongelar. Hoy en día la mayoría de los microondas modernos cuenta con la opción de agregar el peso del producto para calcular el tiempo de descongelación, además de tiempos de parado para cambiar la posición de la pieza y descongelarlo de manera más homogénea.

Una vez realizado el proceso de descongelación, es necesario cocinarlo inmediatamente ya que algunas zonas del producto pueden estar cocinadas y conservarlo en ese estado no es aconsejable, pues es proclive a la proliferación de bacterias.

Este método es una forma más rápida de descongelar carne que si lo metemos directamente en la nevera, aunque requiere de más atención y de un envase impermeable o una bolsa de plástico. Esto es debido a que la carne puede absorber el exceso de agua y, además, es un método que evita la entrada de bacterias en el alimento.

El envase o bolsa debe sumergirse en agua fría, y esta debe ser renovada cada 30 minutos para que la temperatura se mantenga y continúe descongelándose. Al terminar el proceso debemos de cocinar la carne en el menor tiempo posible.

Agua caliente

Aunque existen varias opiniones al respecto, hay personas que emplean el agua caliente para descongelar carne de manera rápida. Aunque, en general, debemos evitar este método, ya que el agua caliente promueve la proliferación de bacterias al secar la superficie de la carne.

No obstante, un estudio reciente realizado en Estados Unidos, ha demostrado que, para cortes de carne de 2,5 centímetros, se puede utilizar durante 10 minutos sin afectar a la calidad. Además, usando este método, comprobaron que estaban más jugosos y una vez cocinados perdían menos jugos que los descongelados en agua fría. Asimismo, con tiempos de remojo tan cortos, se impedían que proliferara cualquier crecimiento de bacterias.

Nevera

A la hora de descongelar cualquier alimento, lo ideal es que la temperatura vaya bajando gradualmente y los alimentos se mantengan a temperaturas óptimas. Los alimentos son inocuos a la proliferación de bacterias en el congelador, sin embargo, tan pronto como los alimentos comienzan a descongelarse y alcanzar temperaturas superiores a los 4°C, cualquier bacteria que pudiera estar presente antes de congelarse puede comenzar a multiplicarse. Por tanto, el mejor método para descongelar un alimento es a través de una nevera, ya que el frío respeta los nutrientesadormece las bacterias, aunque no las mata.

El único problema es que para descongelar los alimentos en el frigorífico, es necesario tenerlo planificado, ya que como mínimo son necesarias 24 horas para un correcto descongelado, aunque puede variar en función del peso del producto.

Al descongelar los alimentos de este modo, hay que tener en cuenta que la carne puede aguantar entre 6 meses y un año sin perder sus propiedades. Aunque en el caso de las carnes más grasas, es preferible consumirlas antes del medio año, debido a que, con el tiempo, la grasa puede adquirir un mal sabor. Por otro lado, es importante saber el lugar óptimo de colocación del alimento, ya que dentro del propio frigorífico hay zonas donde la temperatura es menor, y esas son, precisamente, las zonas donde debemos colocar nuestro alimento. Lo ideal es colocar el producto en la nevera la noche anterior, con un plato escurridor debajo para que el agua no entre en contacto con el alimento.

Una vez descongelada, tanto la carne de vaca como la de ave pueden estar uno o dos días en el frigorífico, mientras que la carne roja puede aguantar de tres a cinco días. Por último, es recomendable sacar la carne de la nevera una hora antes de proceder a su cocinado, para que esta pueda ir adecuándose a la temperatura ambiente y no se queme al ponerla sobre la sartén.

Lo que nunca debemos hacer

Debemos evitar el uso del horno o dejar la carne a temperatura ambiente sobre la encimera de la cocina. Ya que la superficie de la carne aumentará su temperatura más rápido que en las capas internas, lo que facilitará la proliferación y multiplicación de las bacterias, entre ellas la peligrosa Salmonella.

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