Fuente: 20 Minutos
La Navidad ya está a la vuelta de la esquina y con ella las luces, los mercadillos navideños, los turrones, los belenes... y el árbol de Navidad que muchos españoles ponen en sus casas. Este elemento decorativo típico de esta época del año puede ser natural o artificial, pero en ambos casos, el propietario debe saber que puede causar problemas de salud.
Nos referimos al conocido como 'síndrome del Árbol de Navidad', síndrome que tiene como síntomas principales problemas de respiración como la congestión nasal, así como estornudos y dolor de garganta. ¿Por qué se produce este síndrome y cuál es la diferencia entre un árbol natural y otro artificial?
Los riesgos para la salud del árbol de Navidad natural
Los árboles naturales tienen esporas de moho y polen que se meten dentro de casa. Además, el calor del hogar fomenta el crecimiento del moho, el cual se desarrolla en entornos cálidos y húmedos.
Su aparición en el interior de la vivienda da lugar a problemas como congestión nasal, dolor de garganta, tos, estornudos, picor de ojos o alergias en la piel, tal y como señalan desde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC).
"La gente con asma o aquellos alérgicos al moho pueden tener reacciones graves. Asimismo, personas inmunodeprimidas y personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pueden contraer infecciones en sus pulmones por el moho", añade la información del CDC.
Los riesgos para la salud del árbol de Navidad artificial
El moho también puede aparecer en árboles de Navidad artificiales. En estos casos, el propio árbol y sus elementos decorativos pueden hacer crecer moho y polvo al ser almacenados durante el resto del año. "Es clave limpiarlos antes de volver a utilizarlos", aconseja la Academia Americana de Alergias, Asma e Inmunología.
Cómo evitar el moho del árbol natural
Para reducir los riesgos se recomienda limpiar con una manguera el árbol natural. A continuación, es necesario dejarlo secar unos días en el garaje o al aire libre si el clima es suave antes de introducirlo en la vivienda.
Asimismo, es importante conocer que tras 7 días en el interior de la vivienda, el moho puede aparecer de forma exponencial, aumentando los riesgos para la salud.