Fuente: La Razón
Aunque existe una guerra abierta desde hace muchos años contra la sal, es tremendamente importante consumirla, pues sin ella se perturba el equilibrio del agua en el organismo al desarrollarse trastornos como la hiponatremia. Desde comienzos del siglo XX se ha intentado reducir el contenido de sal que debe consumir una persona en un día, pues los niveles considerados mínimos ya se sobrepasan con facilidad sin añadir más sal a la comida. Se sabe que casi el 75% de los alimentos procesados contienen grandes cantidades de sal, esto hace que sea difícil reducir la cantidad diaria sin la participación y sensibilización de la industria alimentaria así como de los consumidores.
Si bien es esencial para el funcionamiento del organismo, su consumo en exceso puede ser perjudicial para la salud. Al respecto, la Organización Panamericana de la Salud explica que “el consumo habitual de sal en exceso puede parecer inofensivo, pero se asocia a diversos riesgos para la salud que causan cada año millones de muertes prematuras. El más frecuente de tales riesgos es la hipertensión arterial, responsable por sí sola de unas 9,4 millones de muertes al año”.
Síntomas de exceso de sal en el cuerpo
Según explican desde Bactobiology, una compañía que se dedica a la fabricación de bienes médicos y de diagnóstico, hay una serie de señales corporales que pueden indicar que se está consumiendo sal en exceso:
Por último, tener la presión arterial alta, cálculos renales, úlceras estomacales, calambres musculares, cansancio, osteoporosis, cáncer de estómago, dificultad para respirar, náuseas, vómito, piel seca, confusión y pérdida del apetito son otras de las señales que pueden indicar que se tiene exceso de sal en el cuerpo y que, por lo tanto, debemos reducir su ingesta.