Fuente: 20 Minutos
Desde que comenzó la pandemia de la covid, son varias las pruebas que se han posicionado como una forma de detectar la infección por el virus, de tal modo que se puedan tomar medidas para tratar de contener los contagios, especialmente, la prueba rápida de antígenos y la PCR.
A pesar de que ya son muchas las personas que se han tenido que hacer una u otra prueba durante todo este tiempo, ya sea porque han tenido síntomas de covid o porque han estado en contacto estrecho con una persona contagiada, todavía siguen surgiendo algunas dudas sobre estas pruebas.
Así, estas son las diferencias existentes entre los test de antígenos y las pruebas PCR, sobre todo, respecto a su uso, la forma de realizárselo y la manera en la que detectan el virus en el cuerpo.
Prueba PCR
Esta prueba sirve para detectar una infección activa por covid, es decir, para conocer la presencia del virus, por lo que un resultado positivo indica que el virus está presente en ese mismo momento y, probablemente, existe una infección en curso, aunque no es capaz de detectar si ya se ha superado la enfermedad, como indican desde la AEMPS.
Una de las primeras diferencias respecto a la prueba de antígenos es que la PCR es una prueba que llevan a cabo los profesionales sanitarios, ya que hay que llevarla a un laboratorio, donde se procesa y cuyo resultado puede tardar varias horas.
Estas pruebas son más fiables que los test rápidos y, de hecho, se puede obtener una PCR positiva y una prueba de antígenos negativa, ya que "el test de antígenos es menos sensible que el de PCR", añaden desde la AEMPS. "Esto puede suceder cuando la carga viral es muy baja o han pasado más de siete días del inicio de la infección", detallan.
Prueba de antígenos
Las pruebas de antígenos, al igual que las anteriores, sirven para detectar una infección activa, esta vez a través de la identificación de la presencia de proteínas del virus.
La muestra se procesa en el mismo lugar de su recogida y puede tardar pocos minutos, por lo que son las pruebas que se venden en las farmacias para que cualquier ciudadano pueda hacerse una prueba rápida sin necesidad de acudir a un centro médico y sin esperas.
También al igual que en la PCR, el resultado positivo significa que el virus está presente y que, probablemente, existe una infección en curso, pero este debe realizarse durante los primeros siete días desde que la persona se infectó, ya que es el momento en el que la carga viral es mayor. Además, igual que las pruebas PCR, no es capaz de detectar si ya se ha superado la enfermedad.