Fuente: La Razón
Durante las fechas navideñas cambiamos los hábitos alimenticios, lo que favorece que muchas personas que sean alérgicas acaben teniendo un buen susto (ellos y sus seres queridos) al no ser conscientes de lo que ingieren y que otras descubran que sufren una alergia a un determinado producto. Consumimos más marisco y pescado, cocinados de diferentes formas, a veces con recetas arriesgadas, y más dulces, en su mayoría «enriquecidos» con frutos secos. De ahí que en Navidad suelan multiplicarse las visitas a los servicios de urgencias.
El marisco, los frutos secos, los cereales, las semillas, el pescado, los huevos... son algunos de los alimentos que suelen causar la mayoría de las reacciones alérgicas y son algunos de los ingredientes que más se consumen (visibles o invisibles) durante estas fiestas. De ahí la importancia de vigilar las comidas navideñas, máxime si se come fuera de casa o si se van a probar alimentos por primera vez.
«En Navidad vemos más alergia a frutos secos y marisco, ya que son alimentos más consumidos en estas fechas. Los frutos secos que causan alergias son la almendra, avellana, nuez, pistacho, anacardo, castaña, nuez de Brasil, nuez de macadamia… También las semillas de pipa de girasol, pipa de calabaza, piñón. No hay que olvidar el más alergénico que es el cacahuete y que es una legumbre», explica la Dra. Ana Pérez Montero, jefa del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
«Y las recetas tradiciones de turrones y mazapanes contienen en multitud de ocasiones frutos secos responsables de las reacciones alérgicas. De hecho, la alergia a estos es una de las más frecuentes y graves, que causa reacciones de hipersensibilidad inmediata, debidas a un mecanismo inmunológico, en general hipersensibilidad mediada por anticuerpos IgE específicos frente a ellos. Estos anticuerpos generalmente conducen a reacciones muy inmediatas, en ocasiones entre unos segundos y pocos minutos, aunque también pueden transcurrir hasta dos horas desde la ingestión del alimento», precisa.
Además, en los turrones o en los mazapanes hay bastantes alergénicos ocultos: «Estos alimentos, además de los frutos secos, también pueden contener leche, huevo, sésamo, gluten y sulfitos», explica el Dr. John García Loria, Jefe de Servicio de Alergología del Hospital Quirónsalud Valle del Henares, en Torrejón de Ardoz.
«Respecto al marisco –incide la doctora–, hay que tener cuidado con los crustáceos: gambas, langostinos, cigalas, nécoras…, que son el marisco que más alergia produce, pero también pueden provocar una reacción alérgica los bivalvos, como las almejas, los mejillones; los cefalópodos, que es el marisco de tentáculos, como el calamar, pulpo, sepia. Por último, también pueden sensibilizar los gasterópodos, como los bígaros y los caracoles».
Se calcula que entre 15 y 20 millones de españoles tienen algún tipo de alergia y en torno al 4% de la población padece alergia alimentaria pudiendo llegar hasta un 10% en el caso de los niños, según estima la doctora. La mayoría de las reacciones alérgicas se produce fuera del domicilio, ya sea en casa de familiares o en restaurantes. De hecho, «a la vuelta de las vacaciones de Navidad casi el 80% de las reacciones alimentarias son por comer fuera del domicilio», precisa la experta.
Y no sólo es por comer. «Una persona con alergia puede tener una reacción, incluso severa, con la inhalación de vapores de cocción. Esto es frecuente en la alergia al marisco. Los que la sufren pueden tener un cuadro de asma solo con estar cerca de donde se cocine un marisco», detalla la Dra. Pérez Montero. «Incluidas reacciones graves, las anafilaxias», añade el Dr. García Loria, que recuerda que «las reacciones alérgicas no ocurren la primera vez que se consume un alimento. Es necesaria la exposición previa y el desarrollo de una sensibilización inmunológica para que, por lo menos en la siguiente exposición, pueda desencadenarse la reacción alérgica. En este sentido no hay que evitar ningún alimento que un alergólogo no haya prohibido previamente tras el estudio de un paciente.
Además, en estas fechas también hay que prestar atención a la alergia a la flor de Pascua, «un arbusto de la familia del árbol del caucho del que se extrae el látex, por lo que habría que tener precaución con los pacientes alérgicos al látex si tocan la savia de la flor», concluye la Dra. Pérez Montero.