Fuente: 20 Minutos

La alergia al cacahuete (y a los frutos secos) afecta al 1 por ciento de la población y es una verdadero quebradero para millones de familias en todo el mundo. Los chats de padres están llenos de mensajes de advertencia cada vez que alguno de los niños del colegio celebran un cumpleaños. Y es que un descuido puede resultar fatal y desencadenar incluso en un shock anafiláctico. Por ello, el paciente alérgico debe aprender qué tipo de alimentos puede comer o utilizar y tener mucho cuidado aquéllos que puedan estar contaminados en el proceso de manipulación, por las trazas que puedan contener.

Hasta ahora, el único tratamiento era la dieta de exclusión y en caso de niños atópicos es la prevención retrasando su introducción en la dieta. Pero un novedoso estudio realizado en Reino Unido puede cambiar la vida de millones de personas. Esta ventana a la esperanza se personifica en Emily, una niña de 9 años, que participó en estudio y que ahora puede irse de vacaciones con su familia y comer en restaurantes sin miedo a que sufrir una reacción alérgica, informa “Sky News”.

Las autoridades británicas acaban de llegar a un acuerdo con el sistema nacional de salud para que los niños británicos alérgicos al cacahuete sean los primeros en Europa en recibir un tratamiento oral basado en un fármaco denominado Palforzia que a la familia de Emily le ha cambiado la vida. Según dijo su madre, Sophie Pratt, el resultado del ensayo clínico es que “Emily se librado de las limitaciones y el miedo de que el más mínimo error pueda poner en riesgo su vida, y ha eliminado toda la tensión y la preocupación que teníamos cada día por el simple hecho de comer”. “Fue particularmente gratificante en ocasiones especiales como cumpleaños, Navidad o días festivos, en los que suele haber alimentos especiales como pasteles, helados y golosinas que invariablemente tenían advertencias, ‘pueden contener cacahuete’”.

El Evelina London Children’s Hospital participó en los ensayos clínicos de Palisade, en el que una de las pacientes fue Emily, y Artemis, que han transformado la vida de muchos de sus participantes. Las conclusiones fundamentales del estudio fueron que alrededor del 60 por ciento de los participantes de entre 4 y 17 años que tenían reacciones alérgicas al ingerir 10 mg de proteína de cacahuete al comienzo del ensayo pudieron tomar una dosis de 1,000 mg al finalizarlo, una cantidad muy por encima de la cantidad que se podría ingerir de forma accidental.

Ahora, el sistema de salud británico, donde uno de cada 50 niños tienen alergia al cacahuete, pretende que en 2022 alrededor de 600 niños se sometan al tratamiento de Palforzia, una cantidad que aumentará hasta 2.000 en los próximos años.

Según explicó el director del sistema de salud británico, Stephen Powis, “este tratamiento pionero puede cambiar la vida de los pacientes y de sus familias. Entre los beneficios que aporta, según Powis es que “reducirá el miedo y la ansiedad de los pacientes y las familias que lleven lidiando con esta alergia durante años y llevar consigo medicamentos de emergencia por si acaso”. “Deberían poder disfrutar de comidas fuera de casa o vacaciones en el extranjero sin preocuparse por la aparición de una reacción alérgica que podría acabar con ellos en el hospital o en algo peor”.

George du Toit, Alergólogo infantil del Evelina London e fue investigador principal en los estudios de Palisade y Artemis calificó el inicio del tratamiento del tratamiento como una “gran noticia” para los niños y jóvenes con alergia al cacahuete: “Tendrá un gran impacto en la vida cotidiana de nuestros pacientes y sus familias”, agregó.

La alergia al cacahuete y a los frutos secos es una enfermedad crónica y este tratamiento permite una mayor libertad en la alimentación y mitiga los efectos de una ingesta “accidental” pero no es una auténtica cura. Aun así, es un gran avance para todas estas familias afectadas.

Existen otros ensayos clínicos. Según explica el “Journal of Allergy and Clinical Inmunology”, uno de ellos se encuentra en fase 2b y 3 y está basado en la inmunoterapia epicutánea. En este ensayo se trata a los pacientes con un parche que contenía 250 mg de proteína de cacahuete y que ha logrado la tolerancia de los pacientes.

Síntomas

Una de las características de los frutos secos es su alto grado de alergenicidad y su “resistencia al calor y a los procesos digestivos, lo que hace que las reacciones alérgicas sean mucho más rápidas y fuertes que con otros alimentos. Los síntomas varían en función de la sensibilización previa, la edad del menos, las exposiciones anteriores, del alérgeno y de la convivencia con otras alergias. En este último caso es cuando se producen síntomas más graves, que puede llevar a derivar en un shock anafiláctico.

Una de las primeras señales de que se está produciendo una reacción alérgica suele ser el goteo nasal, una erupción cutánea en todo el cuerpo e incluso un hormigueo en la lengua. Estos primeros síntomas pueden empeorar y causar problemas para respirar, inflamación de la garganta u otras partes del cuerpo, un rápido descenso de la presión arterial, mareos y pérdida del conocimiento. También puede derivar en urticaria, vómitos, calambres abdominales y diarrea. El tiempo de respuesta del cuerpo a un alérgeno de este tipo puede ser de unos cuantos segundos o manifestarse hasta dos horas después.