Fuente: 20 Minutos
Hasta hace dos décadas, las episiotomías -el corte que se realiza en las en el perineo para evitar desgarros en el momento del parto- eran algo rutinario. De hecho, se llevaban a cabo en entre el 70 y 90% de los partos. Desde entonces, y tras comprobar que no reporta tantos beneficios como durante años se creyó, se practica como afirman en la Guía Los consejos de tu matrona, de Asociación Española de Matronas solo de manera muy selectiva y cuando es absolutamente necesaria.
Aun así, en España se siguen llevando a cabo en el 27% de los partos, una cifra superior al 15% de máximo que recomienda la OMS.
¿En qué consiste una episiotomía y qué tipos existen?
La episiotomía es una técnica quirúrgica que se realiza durante el parto y que consiste en hacer un corte en la zona perianal, los tejidos que existen entre la vagina y el ano. El objetivo de este corte es agrandar el canal del parto para que la zona no se desgarre y el feto salga más fácilmente y en menos tiempo.
En función de la orientación de este corte, las episiotomías pueden ser laterales (cuando el corte se realiza de forma horizontal y perpendicular a la dirección anal. Es muy poco frecuente), oblicua (un corte de 45 grados desde la vagina hasta el ano. Es la más frecuente porque provoca menos desgarros, pero tarda más en cicatrizar) o vertical (un corte recto entre la vagina y el ano. Tiene un mayor riesgo de desgarro hasta el ano, pero sana mejor que la anterior).
Cuándo sí es necesario realizar una episiotomía
Aunque se trate de una cirugía menor, las episiotomías no están exentas de complicaciones, y lo que sí que provocan son muchas molestias para la madre, por lo que, a la hora de hacerla o no se deberán valorar muy bien los riesgos y beneficios que provoca. Y es, que una episiotomía tarda en sanar entre cuatro y seis semanas y provoca dolor, problemas a la hora de evacuar y existe un mayor riesgo de infección y de hemorragias que en un parto sin episiotomía. Además, tras la curación, las relaciones sexuales pueden ser dolorosas (dispareunia) y pueden quedar adherencias en el tejido.
Tras valorar estos riesgo y molestias, la OMS aconseja que se practiquen episiotomía solo en caso de que haya que acelerar el parto por diversos motivos:
Aun así, habrá que valorar cada caso en el momento del parto. Por lo general, las episiotomías suelen ser más necesarias en mujeres nulíparas, es decir, que no han dado a luz con anterioridad.
¿Se pueden prevenir las episiotomías?
Es muy difícil evitar que un niño sea demasiado grande o que venga de nalgas, pero sí se pueden llevar a cabo algunas recomendaciones para que el canal del parto -la musculatura del suelo pélvico- sea más elástico y haya menos probabilidades desgarro.
Para guiarse en estas recomendaciones, es de gran utilidad acudir a las clases de preparación al parto e incluso a un fisioterapeuta experto en suelo pélvico para que valore el estado de los músculos de la zona antes del parto.