Fuente: 20 Minutos
Aunque prácticamente todas las partes de nuestro cuerpo tienen alguna función, lo cierto es que existen ciertos problemas de salud ante los cuales la única solución posible es prescindir del órgano afectado. Quizás el ejemplo paradigmático sea la apendicitis, una condición muy común y dolorosa.
¿Qué es la apendicitis? ¿Cuáles son sus causas?
La apendicitis es la inflamación del apéndice, un pequeño órgano adyacente al lado inferior derecho del abdomen cuya función no está del todo clara (por ejemplo, se baraja que se trate de una estructura vestigial así como que juegue algún papel inmunológico).
El por qué sucede esta inflamación también es motivo de cierto debate, aunque por lo general se considera que se debe a una obstrucción en el recubrimiento del apéndice, que posteriormente resulta en la acumulación de determinados fluidos y en una infección.
¿Cuáles son sus síntomas?
El principal síntoma de la apendicitis es un dolor repentino que comienza en el lado inferior derecho del abdomen o en el ombligo y posteriormente migra hacia esta zona.
De hecho, el dolor puede llegar a ser tan intenso que puede venir acompañado de náuseas y vómitos y pérdida de apetito.
Paralelamente, es posible que se experimenten otros síntomas como estreñimiento, diarrea, hinchazón, meteorismo y fiebre.
Si no se trata, el apéndice puede llegar a romperse, provocando que la infección se disemine a otras zonas del abdomen (peritonitis), lo que puede poner en serio riesgo la vida. En otras ocasiones, puede producirse un absceso (una acumulación de infección) que puede ser necesario drenar antes de practicar la cirugía para la extracción del apéndice.
¿Cómo se trata?
El tratamiento para la apendicitis consiste en la práctica de la apendicectomía, un procedimiento quirúrgico para extirpar el apéndice. Esta operación consiste en la realización de una pequeña incisión en el abdomen, de entre 5 y 10 centímetros, o en su versión más moderna en el uso de varias incisiones menores y la inserción de una cámara de vídeo. Esta última modalidad permite, por lo general, un postoperatorio más corto y menos doloroso.