Fuente: 20 Minutos
Introducir los pescados en la alimentación del bebé no es sencillo y, además, existen siempre dudas sobre cuándo se debe hacer esto. Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) explican que "lo ideal sería que desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad la leche materna fuera el alimento fundamental". A partir de ahí, podría empezarse con la alimentación complementaria en la que se deben introducir alimentos progresivamente.
La alimentación complementaria va a permitir detectar posibles alergias, pero también, comenzar con esa transición a los alimentos sólidos. Con respecto a introducir los pescados en la alimentación del bebé se aconseja mezclarlos con papilla o hacer una especia de puré, al menos al principio. De esta forma, lo que evitaremos será que se produzca un rechazo a este tipo de alimento.
Pescado blanco o azul ¿por cuál empezar?
Desde la AEPap aconsejan comenzar por el pescado blanco. La merluza, bacalao o lenguado son algunos que se pueden mezclar con verduras. Elaborar una papilla puede ser de ayuda para que el paladar del bebé se vaya habituando a los nuevos sabores. Es cierto que el pescado blanco no tiene un sabor muy fuerte, por lo que es muy aconsejable introducirlo al comienzo.
A medida que vayamos observando cómo reacciona el bebé, se le puede dar un filete para que pueda comer el pescado sin triturarlo o hacerlo papilla. Es importante cortarlo siempre en trozos muy pequeños y eliminar todas las espinas. Para eso, también es interesante elegir aquellas partes del pescado que tienen menos espinas, por ejemplo, los medallones de merluza no tienen.
¿Cuándo se le puede dar pescado azul?
El pescado azul no se recomienda dárselo a los bebés hasta dentro de un año, como explican desde la AEPap. La razón está en el mercurio. La Asociación Española de Pediatría (AEPED) indica que los pescados con mayor contenido de mercurio son "Pez espada/Emperador, Atún rojo (Thunnus thynnus), Tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y Lucio".
El mercurio puede afectar al sistema nervioso central de los niños y puede provocar intoxicaciones. No obstante, la AEPap recomienda este tipo de pescado a partir de 1 año, pero siempre con pescados pequeños (como caballa o sardinas) y limitando el consumo a 3-4 raciones por semana alternándolos con pescado blanco, como indica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). De esta manera, se evitarán riesgos innecesarios..
El pescado, básico en el crecimiento de los niños
A pesar de los peligros que pueda entrañar un consumo abusivo e incorrecto del pescado azul, este debe estar presente en la dieta. Todos los tipos de pescado son buenos consumidos en las cantidades recomendadas. Como apunta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) "el pescado aporta proteínas de alto valor biológico, vitaminas A, D y B12, yodo y selenio" y es básico para que los niños puedan crecer saludablemente. Esto hay que tenerlo presente.
La alimentación complementaria es fundamental, aunque habrá bebés que empiecen un poco más tarde que otros. Introducir los pescados en la dieta progresivamente es algo importante, ya que se trata de un alimento que no debe faltar nunca en una alimentación equilibrada. No obstante, ante cualquier duda, siempre se recomienda consultar con el pediatra.