Fuente: 20 Minutos
El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha establecida por la ONU para concienciar sobre la importancia de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas. A pesar de las dificultades para abrirse camino, siempre ha habido mujeres en la ciencia, también en el campo de la salud. Aunque son muchas más, hemos seleccionados algunas de las que lograron ser pioneras en el campo de la medicina a lo largo de la historia.
Metrodora, la primera ‘ginecóloga’
Aunque no se sabe con exactitud cuando nació ni murió (entre los siglos 2 y 4 después de Cristo) Metrodora es una de las primeras médicas de las que se tiene constancia en la historia, y sus textos médicos se consideran los más antiguos escritos por una mujer. Griega de origen egipcio, fue especialista en ginecología, además también fue partera y cirujana. Dejó varios escritos, entre ellos “Sobre las enfermedades y curas de la mujer”, que fueron muy utilizados en Grecia y Roma y llegaron hasta la Edad Media. Entre los avances médicos que se le atribuyen, el uso del espéculo para los exámenes médicos, tratamientos para las infecciones vaginales y cirugías para combatir el cáncer de mama y el de útero.
Elizabeth Blackwell, primera mujer con el título de medicina
Nacida en Bristol (Inglaterra), Elizabeth Blackwell (1821-1910) ha pasado a la historia por ser la primera mujer en recibir un título de médico en Estados Unidos. Tras ser rechazada en 12 universidades, finalmente la admitieron en la de Geneva, en Nueva York, y en 1849 se graduó con las notas más altas de su promoción. Aun así, no lo tuvo fácil para ejercer, pues no le daban trabajo por ser una mujer. Para conseguirlo, tuvo que ir a Francia, formarse en obstetricia. Al volver a Estados Unidos, trabajó en una clínica fundada por mujeres cuáqueras para poco después fundar su propio hospital, el New York Infirmary, el primero dirigido enteramente por médicas. También una escuela de medicina y otra de enfermería.
Florence Nightingale, la mujer que revolucionó la enfermería
Florence Nightingale (1820-1910) está considerada como precursora de la enfermería profesional. Conocida como ‘la dama de la lámpara’ por los soldados a los que atendía en la Guerra de Crimea, sus prácticas, entonces revolucionarias, sentaron las bases de esta disciplina en cuanto a higiene, tratamiento de los pacientes, organización hospitalaria… Sus medidas lograron reducir del 42% al 2% la mortalidad del hospital de campaña, y su fama se disparó. A su vuelta a Londres, aprovechó su fama para mejorar las condiciones sanitarias de los hospitales y fundar en 1860 la primera escuela de enfermería laica del mundo. También fue la primera mujer británica en recibir la Orden del Mérito de Reino Unido.
Margaret Sanger, pionera de la planificación familiar
Margaret Sanger (1879-1966) fue una enfermera estadounidense conocida por fundar la primera institución de planificación familiar de la historia, así como de Liga americana para el control de la natalidad (más tarde la Federación americana para la planificación familiar). Su activismo en favor del control de la natalidad, del aborto seguro y de que las mujeres pudieran elegir cuántos hijos tener le valió incluso estar en la cárcel, pues a principios de siglo estaba prohibido promocionar fármacos anticonceptivos, y muchos menos el aborto. Su frase más célebre: “ninguna mujer puede ser libre hasta que decida cuántas veces debe ser madre”.
Gerty Cori, primera Nobel de medicina
Nacida en Praga en 1896, Gerty Cori fue la primera mujer en conseguir el Premio Nobel de Fisiología o Medicina. Fue en 1947 y obtuvo este reconocimiento junto a su marido, el también investigador Carl Cori, gracias a sus descubrimientos sobre el mecanismo de transformación del glucógeno en ácido láctico. De hecho, este proceso se conoce como ciclo de Cori. Siguió trabajando hasta el final de su vida, a pesar de que los diez último estivo aquejada de una enfermedad mortal, mieloesclerosis. Un cráter lunar lleva su nombre.
Rosalind Franklin, la primera ‘foto’ del ADN
Rosalind Franklin murió muy joven, con apenas 38 años, por eso su nombre estuvo olvidado durante algunos años. Sin embargo, ya nadie duda de su enorme contribución a la comprensión de la estructura del ADN y del ARN. De hecho, gracias a las imágenes por difracción por rayos x que obtuvo del ADN sabemos tiene forma de hélice. Sus estudios relacionados con el ADN han tenido un fuerte impacto en los posteriores avances científicos de la genética.
Gertrude Belle Elion, revolucionando los fármacos
Bioquímica y farmacóloga, Gertrude Belle fue una de las personas más destacas de la farmacología en el siglo XX. Entre sus contribuciones, el descubrimiento del Purinethol, el primer fármaco fundamental en el tratamiento de la leucemia; el AZT para el tratamiento del SIDA; o el Imuran, que facilita los trasplantes de riñón y ayuda al cuerpo a aceptar los órganos trasplantados. Sus descubrimientos le llevaron a conseguir, junto a George Hitchinds y James Black, el Nobel de Medicina en 1988, a los 70 años.
Y en España… Isabel Zendal, la primera enfermera en misión internacional de la historia.
Aunque ahora la conocemos por dar nombre al hospital de pandemias de la Comunidad de Madrid, Isabel Zendal (A coruña, 1771) fue una reconocida enfermera. Rectora del hospital de la caridad de la Coruña, en 1803 formó parte de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, cuyo cometido era llevar la vacuna de la viruela a América. Como por aquel entonces no se disponía de la tecnología para conservar la vacuna tanto tiempo, lo que se decidió que fuera de humano a humano, a través de 22 niños huérfanos. Isabel, la única mujer a bordo, se convirtió en una pieza fundamental de la expedición, pues era la encargada de mantener la cadena de humano a humano para que el virus no muriera. Gracias a su labor, se pudo vacunar a más de medio millón de personas. La OMS considera a Isabel Zendal la primera enfermera en misión internacional de la historia.
Dolors Aleu, la primera médica española
Nacida en el seno de una familia burguesa en 1857, Dolors Aleu se convirtió en la primera mujer en conseguir un doctorado y ejercer la medicina en España. Tras terminar sus estudios, se especializó en ginecología y ejerció su profesión durante más de 25 años en su propia clínica, por la que pasaban desde personalidades de la burguesía de la época hasta prostitutas a las que atendía altruistamente. Fue pionera en educación sexual y escribió varios artículos en contra del uso del corsé.
Margarita Salas, la ‘madre’ de las pruebas genéticas
Margarita Salas es, sin duda, la científica española más internacional. Discípula de Severo Ochoa, una de sus principales contribuciones fue la creación de una de las patentes españolas más rentables hasta hoy: la ADN polimerasa, crucial para producir numerosas copias genéticas a partir de una casi ínfima cantidad de material genético. Este descubrimiento, aunque la investigadora siempre aseguró que no buscaba ninguna utilidad al estudiarlo, ha resultado tener muchísimas aplicaciones en distintos campos, desde los análisis genéticos hasta medicina forense e incluso en los estudios arqueológicos, y muchos más.