Fuente: 20 Minutos

Determinadas bacterias orales podrían estar relacionadas con un mayor riesgo de padecer hipertensión en mujeres mayores, según explica un estudio publicado en el medio científico Journal of the American Heart Association.

Incrementos en el riesgo de hasta el 16%

Así lo han concluido los autores después de analizar datos provenientes de 1.215 mujeres menopáusicas recopilados como parte del proyecto Buffalo Osteoporosis and Periodontal Disease Study, elaborado en Buffalo (Nueva York). En esta investigación, los científicos recopilaron una gran variedad de parámetros médicos de cada participante, incluyendo la presión arterial y muestras de la placa oral extraída de debajo de las encías.

Cruzando estos dos valores, encontraron que la presencia de diez especies y cepas bacterianas se relacionaba con un riesgo entre un 10 y un 16% mayor de desarrollar hipertensión y, por el contrario, la presencia de otras cinco implicaba un riesgo entre un 9% y un 18% menor.

Los resultados, además, resultaban consistentes incluso después de ajustar determinados factores distorsionadores demográficos, clínicos y de estilo de vida (como la edad más alta, el uso de medicación correctiva de los niveles de colesterol o el hábito de fumar).

Un camino para posibles tratamientos

Este trabajo ahonda en la relación, ya conocida y explorada, entre condiciones de las encías y el riesgo de problemas circulatorios de diversa naturaleza, condiciones ambas muy prevalentes en los adultos más mayores. No obstante, es cierto que se trata de la primera investigación prospectiva sobre este asunto.

En cualquier caso, resulta especialmente relevante para las mujeres mayores, y potencialmente para hombres y otros grupos de edad si los resultados se replican en estas demografías, ya que podría abrir vías al desarrollo de determinados tratamientos preventivos y curativos, así como a una mejor evaluación clínica del riesgo de hipertensión.

Las patologías cardíacas, entre las que se encuentra la hipertensión, siguen siendo actualmente la principal causa de muerte en el mundo.