Fuente: Diario Médico
El desarrollo clínico del prototipo de vacuna contra el SARS-CoV-2 de los investigadores el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC Mariano Esteban y Juan García Arriaza en colaboración con la empresa Biofabri no iniciará su fase clínica, según han confirmado a EFE fuentes del Consejo.
Este proyecto del CNB había solicitado un ensayo clínico ante la Agencia Española del Medicamento (AEMPS).
Sin embargo, esta petición ha sido retirada porque "han cambiado las condiciones para el ensayo, y ya casi no hay población sin vacunar" en España, afirman las mismas fuentes.
Así lo confirma el propio Mariano Esteban a DM: “La retirada de la solicitud de la vacuna en la Aemps es debida a la alta tasa de vacunación en España”. De igual forma se han manifestado fuentes consultadas por este periódico en el grupo biotecnológico Zendal, cuya empresa Biofabri colaboraba en el desarrollo de esta vacuna contra la covid.
No obstante, la investigación de esta vacuna seguirá en marcha para adaptarla a las nuevas variantes. "Cuando se vayan obteniendo resultados, se contemplarán las distintas opciones", explican las fuentes del CSIC.
Datos experimentales completados
El pasado julio se conocía que la Aemps negaba la luz verde para el inicio del ensayo clínico con la vacuna del equipo de Esteban, denominada MVA-COVID-19(S). Entones se especuló con que el motivo fuese la muerte de un primate en los experimentos, una información falsa, tal como se encargaron de aclarar en su momento los investigadores.
Esteban se reafirma hoy en la calidad de su candidata vacunal: “Desde el punto de vista científico su validez viene acreditada por las publicaciones que hemos realizado en revistas de impacto internacional y otros dos artículos que saldrán en unos pocos días”.
Para el científico, los datos experimentales en tres modelos animales -ratón, hámster y macacos- están completados “con un excelente comportamiento inmune y de eficacia, lo que representa una aportación muy importante de la contribución española en vacunas frente a la covid-19”.
El investigador asegura que “seguimos trabajando en una vacuna universal frente al coronavirus y sus variantes que seguirán emergiendo”, y no descarta que “otros puedan estar interesados en nuestra vacuna”.
A diferencia de los vectorales virales empleados en las vacunas ya aprobadas contra el coronavirus, el que emplea estes grupo del CSIC es más potente y ya ha demostrado ampliamente su eficacia con la vacuna que erradicó la viruela. También presenta como ventajas su estabilidad y la facilidad en el almacenamiento y administración.
Junto con la vacuna de Esteban y García Arriaza, el CSIC tiene otros dos prototipos en marcha, la del equipo de Luis Enjuanes, intranasal y prevista para 2023, y la de Vicente Larraga, proyectos que siguen adelante. La candidata del equipo de Larraga, basada en ADN recombinante, también se desarrolla en colaboración con Biofabri.