Fuente: La Razón
Dado que los recién nacidos y los lactantes prefieren respirar por la nariz, incluso una moderada congestión nasal provoca cierta dificultad respiratoria, lo que conduce en muchas ocasiones a problemas de alimentación en los lactantes que no pueden respirar durante la succión de la mama o del biberón, dado que son incapaces de escupir el moco que les viene con la tos. Una solución es realizar un lavado nasal, que es una maniobra para eliminar el exceso de moco cuando le dificulta la respiración.
1. ¿Por qué es importante realizar lavados nasales?
Es importante despejar la nariz de mocos en los niños que saben sonarse y, en aquellos que no lo hacen bien o no pueden, como los lactantes, debemos hacer nosotros los lavados nasales frecuentes con suero fisiológico. Puede ser muy útil tener a mano un aspirador de mocos.
2. ¿Cómo se hace de manera correcta?
El modo de hacerlo es lo que puede estresar, y mucho, a cualquier padre o madre ya que los bebés más pequeños suelen llorar y mover mucho la cabeza durante su realización. Esta técnica consiste en introducir suero fisiológico 0,9%, o una solución salina, por cada uno de los orificios de la nariz para expulsar el moco. Para realizarlo correctamente se debe: tumbar al niño hacia arriba y girar la cabeza hacia un lado, sujetándola para que no la eche hacia atrás. En niños mayores, se puede hacer de forma que estén sentados. Aplicar el suero salino isotónico estéril (NaCl 0,9%) con una jeringuilla en el orificio que queda mirando al techo aplicando una presión positiva suave para que el flujo de suero entre bien y con una fuerza adecuada. Tras esta maniobra, sobre todo si está boca arriba, se le puede sentar para favorecer la expulsión de las secreciones. Parte de las mismas se expulsará y la otra pasará al tubo digestivo que, por otro lado, es totalmente normal. Hacer lo mismo con el otro orificio.
3. ¿Cuáles son los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de realizarlo?
El volumen a introducir, se recomienda utilizar 2 ml en cada fosa nasal para niños pequeños y 5 ml en niños mayores; la necesidad de aplicar presión positiva durante la introducción para ejercer el mecanismo de arrastre; el tipo de solución a utilizar; la posición y hay que tener en cuenta que el moco en sí mismo no es algo malo, es natural y protege las fosas nasales, por lo que no es necesario realizar esto hasta eliminarlo completamente, solo hasta pueda respirar con normalidad.
4. ¿Cuántas veces al día se deben hacer los lavados nasales?
Se recomienda realizar cada lavado nasal como sea necesario para que el niño esté lo más cómodo y respire lo mejor posible. Se podría decir que el suero fisiológico es como «el pañuelo» de los niños pequeños que aún no saben, ni pueden, sonarse. Sin embargo, no es recomendable usar los aspiradores de secreciones muy frecuentemente. La presión de succión que puede ocasionar sensaciones desagradables en el oído y además resecar demasiado la mucosa de la nariz, en ocasiones podrían sangrar. Así que es mejor limitar su uso: una o dos veces al día, solo si hay mucho moco y hacerlo de manera suave y antes de dormir y de las tomas en los bebés, con ello evitamos que vomiten. Es importante que el suero esté a temperatura ambiente.