Fuente: La Razón
Los hallazgos del “Estudio de Salud de las Enfermeras”, uno de los más antiguos sobre la salud de la mujer, muestran que cinco factores de la dieta y el estilo de vida, incluido el ejercicio regular, pueden tener un impacto significativo en el reflujo gastroesofágico (ERGE) o en los síntomas de acidez estomacal. El ERGE es una afección común que perjudica a gran parte de la población mundial, tanto es así que, en España un 9,8% de los habitantes manifiesta síntomas típicos de ERGE una o más veces por semana. El síntoma principal es la acidez estomacal y, a menudo, se trata con medicamentos. No obstante, según el nuevo estudio, publicado en la revista “JAMA Internal Medicine”, seguir unas pautas de alimentación y un determinado estilo de vida puede reducir los síntomas sustancialmente y podría hacer que la medicación sea innecesaria para algunos pacientes.
Los cinco factores incluyen mantener un peso normal, no fumar, practicar actividad física de moderada a vigorosa durante al menos 30 minutos diarios, restringir el consumo de café, té y refrescos a dos tazas diarias y una dieta “prudente”. “Este estudio proporciona evidencia de que los síntomas gastrointestinales comunes y debilitantes podrían controlarse bien en muchos casos solo con modificaciones en la dieta y el estilo de vida”, confiesa Andrew T. Chan, jefe de la Unidad de Epidemiología Clínica y Traslacional del Hospital General de Massachusetts, profesor de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard y autor principal del estudio. “Dado que el ERGE tiene efectos en la salud a largo plazo y preocupaciones persistentes sobre los efectos secundarios de los medicamentos utilizados para tratarla, el estilo de vida debe considerarse la mejor opción para controlar los síntomas”.
El “Estudio de Salud de las Enfermeras” es un estudio nacional establecido en 1989 cuyos participantes devuelven un cuestionario de salud detallado dos veces al año. “Las mujeres participantes respondieron cuestionarios de salud bienales, con información sobre tabaquismo, índice de masa corporal, actividad física, uso de medicamentos y antecedentes de diabetes, además de un cuestionario de frecuencia de alimentos semicuantitativo validado cada 4 años”, explican en el estudio. Comenzó con 116.671 participantes y ha tenido un seguimiento que supera el 90%. Este estudio incluyó datos de 42.955 mujeres de 42 a 62 años de edad a las que se les preguntó acerca de los síntomas de ERGE o acidez estomacal en 2005, 2009, 2013 y 2017.
Los números
“Identificamos 9.291 casos de ERGE”, relatan en la publicación de “JAMA Internal Medicine”. A partir de estos datos, los investigadores crearon un modelo estadístico que les permitió calcular el “riesgo atribuible a la población” de los síntomas de ERGE asociados con cada uno de los cinco factores de un estilo de vida “antirreflujo”. O en otras palabras, calcularon la probabilidad de que cada factor de este estilo de vida redujera el riesgo de experimentar síntomas relacionados con la acidez estomacal. Descubrieron que seguir todas estas pautas podría reducir los síntomas de ERGE en un 37%. Asimismo, cuantas más pautas específicas siguiera una mujer, menor sería su riesgo.
Por otro lado, entre las mujeres que usaban tratamientos comunes para la acidez estomacal (inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2), el cumplimiento de las pautas también redujo los síntomas. “Estábamos particularmente interesados en la eficacia de la actividad física”, dice Chan. “Este es uno de los primeros estudios que ha demostrado su eficacia en el control del ERGE”. Este efecto, sugiere, podría deberse en parte al efecto del ejercicio sobre la motilidad del tracto digestivo. “Estar físicamente activo puede ayudar con la eliminación del ácido estomacal que causa los síntomas de acidez estomacal”, finaliza.