Fuente: La Razón
Es imprescindible utilizar protección solar cada vez que nos vayamos a exponer a los rayos del sol. Por eso, cualquier persona -más o menos- responsable acaba haciéndose con varios botes de crema a lo largo de los meses de verano. Pero lo que suele suceder es que, cuando llegamos al mes de septiembre y dejamos de estar tan expuestos a los rayos ultravioleta; varios de los envases todavía no están vacíos... sin que tengamos ningún uso que darle al contenido. Y cuando llega de nuevo el verano, muchas personas se suelen preguntar: “¿Caducan los protectores solares?” o “¿Puedo utilizar la crema solar del año pasado?”.
Vida útil de una crema solar
La respuesta a la primera pregunta es sencilla: sí, los protectores solares caducan... como casi cualquier otro producto en el mercado. Esto significa que sus ingredientes activos se han ido degradando con el tiempo, hasta el punto en el que ya no tiene la utilidad para la que fue formulado en un primer momento.
Por eso, si ya ha pasado la fecha de caducidad que marca el recipiente o si la textura y el olor de la crema no llega a convencerte, lo mejor que puedes hacer por tu salud y la de tu familia es tirar este bote y comprar uno nuevo. Porque si lo utilizamos como si no hubiéramos visto nada, estaremos colocando a nuestra piel en una situación de peligro.
Esto no significa que la crema sea peligrosa per sé. Si se aplicase bajo techo y sin estar expuesto a los rayos ultravioletas del sol, simplemente hará las veces de una crema hidratante de mala calidad. Lo peligroso es confiar en la capacidad de protección de una crema, cuando esta puede haber perdido su efectividad. Es posible que no nos esté protegiendo en absoluto de los rayos solares y que -en consecuencia- podamos sufrir quemaduras o que contribuyamos al desarrollo de diferentes afecciones de la piel.
En general, podemos decir que la vida útil de un protector solar es de 12 meses una vez abierto. Sin embargo, esta cifra de seguridad podría disminuir notablemente si exponemos frecuentemente el envase producto a los rayos ultravioleta, lo que aceleraría el proceso de descomposición de los ingredientes activos. Por eso es tan importante vigilar diligentemente su conservación. La norma es sencilla: no debemos dejar la crema solar sobre la toalla, porque eso puede afectar a su eficacia en el medio y corto plazo.
Las tres normas básicas de la crema solar
Recuerda también que, para tomar el sol con seguridad, debes seguir las tres medidas que van a garantizar la eficacia de la protección solar: aplicarse el producto 30 minutos antes de tomar el sol, renovar la fotoprotección cada dos horas y reaplicarlo tras bañarse o secarse. Y esto es importante porque, aunque puedan parecer unas normas bastante obvias, son muy pocos las que la siguen a rajatabla.
De acuerdo con las conclusiones del estudio de Cinfa “Percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la fotoprotección”, que estuvo avalado por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV); solo 3 españoles de cada 100 cumplen estas tres normas. Lo que hace que se expongan también a las quemaduras, al fotoenvejecimiento y -en el largo plazo- a un cáncer de piel.