Fuente: El Mundo

Si les hablase de salud y tensión, muy probablemente la mayor parte de ustedes lo relacionarían inmediatamente con la tensión arterial.

Y no está mal, es algo muy importante cuyos valores debemos vigilar y mantener entre unos rangos para evitar las nefastas consecuencias de tenerla alta, pero en nuestro cuerpo no solo debemos vigilar la presión de la sangre contra los vasos sanguíneos.

Les estoy hablando de la presión intraocular. Un dato no menor al que no siempre damos la importancia que deberíamos, porque tener la tensión alta dentro del ojo también puede tener nefastas consecuencias para nuestra salud ocular y visual.

¿QUÉ ES?

La presión intraocular, también conocida como presión ocular o PIO, es la fuerza que ejercen los líquidos que tenemos dentro del ojo contra las paredes del mismo.

Esta presión es necesaria, ya que en realidad el ojo es una esfera hueca y gracias a estos líquidos que contiene y a su tensión consigue mantener esa forma redondeada.

¿CÓMO SE MIDE?

Para medir la presión dentro del ojo se utiliza un aparato portátil conocido como tonómetro. Existen otras formas de medirla pero la gran mayoría de oftalmólogos optan por emplear este aparato por su comodidad.

Para obtener el resultado este dispositivo deformará momentáneamente la córnea del paciente, por ejemplo con un pequeño chorro de aire, y el valor de presión intraocular dependerá de la fuerza que tenga que ejercer para conseguirlo.

No es un procedimiento doloroso, aunque sí puede ser un poco molesto para algunos pacientes, y no requiere preparación previa antes de llegar a la consulta.

¿SE PUEDE TENER HIPERTENSIÓN OCULAR?

Desde luego que sí. Las cifras normales de presión intraocular están entre 10 y 21 milímetros de mercurio, así que si su valor es superior a 21 en dos mediciones consecutivas me temo que es usted hipertenso ocular. Este problema puede presentarse únicamente en un ojo o en los dos.

Se calcula que aproximadamente el 5% de la población mayor de 40 años tiene cifras de PIO por encima del valor máximo deseable.

VARÍA A LO LARGO DEL DÍA

Con la presión intraocular sucede lo mismo que con la tensión arterial, y ambas varían a lo largo del día. La PIO cambia con el ritmo sueño-vigilia, por lo que su valor máximo se da a primera hora del día y el mínimo a primera hora de la noche.

Es un valor que también suele aumentar a medida que cumplimos años.

¿QUÉ PASA SI LA TENGO ALTA?

Mantener cifras de presión intraocular alta de manera constante puede tener consecuencias serias para nuestra salud ocular y visual. Desde dañar el nervio óptico hasta llegar a producirnos un glaucoma, siendo los síntomas más comunes la conocida como visión en tunel, fotofobia, dolor de cabeza o dificultad para ver en la oscuridad.

¿QUÉ PUEDO HACER PARA BAJARLA?

Su oftalmólogo le indicará el mejor tratamiento, siendo los más habituales los colirios destinados a mejorar el paso del humor acuoso o que disminuyen la cantidad de líquido producido. Otras formas de tratamiento más complejas pasan por la cirugía ocular.

Llevar un estilo de vida saludable ayudará también a mantener a raya los niveles de presión intraocular.

¿LA HIPERTENSIÓN OCULAR SE HEREDA?

Aunque cualquier persona puede sufrirla, sí es cierto que las personas con antecedentes familiares tienen una mayor predisposición a padecerla.

Tener más de 60 años, ser miope o diabético también son factores que nos predisponen a sufrir hipertensión ocular.