Fuente: La Razón
La infertilidad femenina no es solo algo relacionado con la edad. Muchas veces se piensa que por tratarse de una mujer joven no habrá ningún problema de salud para ser madre, pero no es así, de hecho, hay causas que de manera particular afectan a la fertilidad de las mujeres jóvenes. Algunas de ellas, las más frecuentes, son la endometriosis, los problemas de peso y de la que vamos a hablar hoy: el síndrome de ovarios poliquísticos.
Ante todo, en este punto hay que hacer un inciso y aclarar que no es lo mismo tener ovarios poliquísticos (los cuales no provocan infertilidad), que sufrir el síndrome de los ovarios poliquísticos. Una de sus principales diferencias son su origen: los OP son de origen ginecológico y los SOP son de origen endocrinológico.
Sí, de origen endocrinológico, el síndrome de ovarios poliquísticos es una enfermedad endocrina compleja y heterogénea. Se estima que afecta entre 6% y el 20% de las mujeres en edad reproductiva. La mayoría de las mujeres lo descubren entre sus 20 y 30 años, cuando tienen problemas para quedar embarazadas y consultan con un médico. Pero el SOP puede darse en cualquier edad posterior a la pubertad.
Los primeros indicios del síndrome de ovario poliquístico son ciclos irregulares, más bien largos, y la ausencia de ovulación. La sospecha se puede confirmar con un examen ginecológico y un análisis de sangre. Estas pruebas diagnósticas también pueden determinar el grado de la anomalía para recomendar el tratamiento adecuado.
No se sabe con certeza cuál es la causa de este síndrome. Se sospecha que puede ser debido a una combinación entre factores ambientales y genéticos.
Además de ser un factor de riesgo de infertilidad, las personas que lo sufren también pueden desarrollar acné, hirsutismo (exceso de vello) y obesidad, problemas que alteran su calidad de vida. La diabetes y el cáncer de endometrio también están relacionados. Para informarnos de cómo afecta esta dolencia a la infertilidad, hemos preguntado a un reputado especialista de reproducción asistida, el doctor Jan Tesarik, fundador y director de Clínica MARGen, al cual consultamos muy a menudo por los numerosos estudios e investigaciones que ha realizado a lo largo de toda su reconocida y exitosa trayectoria profesional.
1º ¿Qué es exactamente el síndrome de ovario poliquístico?
El síndrome de ovarios poliquístico (SOP) tiene varios aspectos: un desequilibrio hormonal, una morfología típica de los ovarios en las imágenes ecográficas y problemas de tener hijos. El problema hormonal se caracteriza por una producción excesiva de las hormonas del tipo masculino (andrógenos) en los ovarios. Normalmente este tipo de hormonas se convierte en las hormonas femeninas (estrógenos) en el mismo ovario, lo que asegura el ritmo normal de la ovulación. A falta de esta conversión, las ovulaciones se hacen menos frecuentes o pueden faltar totalmente, lo que disminuye o imposibilita la probabilidad de procreación. En consecuencia, los folículos pequeños se amontonan en los ovarios, creando la imagen típica de SOP, pero no liberan sus óvulos, que enseguida degeneran. En estas condiciones, la probabilidad de embarazo es muy baja. Cabe recordar que se trata de una anomalía típica y una de las causas más frecuentes de infertilidad en mujeres jóvenes.
2º ¿Qué tratamientos puede ofrecer la reproducción asistida a las pacientes con este síndrome?
Aunque en los casos leves la ovulación se puede reanudar espontáneamente, en la mayoría de los casos más graves será necesario el recurso a la reproducción asistida. Se necesitan unos protocolos muy bien elegidos de la estimulación ovárica para obtener ovocitos de una buena calidad y para evitar el temible síndrome de la hiperestimulación ovárica, que puede causar problemas graves de salud. Estos tratamientos se tienen que realizar en las clínicas con experiencia con este tipo de patología. Las mujeres con SOP también necesitan un seguimiento especial durante el embarazo porque la anomalía de su estado hormonal puede causar un aborto espontáneo. Controles frecuentes y una sustitución hormonal adecuada son una solución.
3º Háblenos de su estudio, publicado en la revista americana Journal of Gynecology and Women’s Health a este respecto.
En este trabajo científico ofrezco una explicación original del mecanismo de SOP. De hecho, una ovulación depende de una acción sucesiva de dos tipos de hormonas. Primero, la hormona liberadora de gonadotropinas induce la secreción de la hormona luteinizante desde la glándula pituitaria que, por su parte, activa la ovulación de un ovocito desde el ovario. Nosotros nos hemos percatado de que en algunas mujeres con el SOP este mecanismo falla. Sin embargo, la ovulación se puede inducir con éxito actuando directamente con una hormona con la actividad luteinizante. Así se puede corregir el error de la naturaleza y conseguir una ovulación en este tipo de mujeres.
4º ¿Es cierto que se puede tratar precozmente este síndrome?, ¿con qué tratamientos?
Esta posibilidad es puramente hipotética y se necesitan más estudios para confirmarla. Por ejemplo, utilizando la inducción de ovulación desde una edad temprana se podría romper el círculo vicioso entre la hiperproducción de los andrógenos, la acumulación de pequeños folículos en los ovarios y la infertilidad. Pero esta hipótesis necesita ser evaluada y confirmada.
5º ¿Qué porcentaje de éxito tiene la medicina reproductiva en estos casos?
Con la reproducción asistida se obtiene un embarazo en casi todos los casos, siempre y cuando se utilicen los protocolos adecuados.
6º Cuéntenos alguno de los casos más difíciles que haya tratado con éxito en pacientes con este síndrome.
Los casos más difíciles son los que necesitan ponderar le exigencia de la eficacia y el riesgo de la hiperestimulación ovárica. Con una experiencia adecuada es posible.
Para finalizar este artículo, hemos querido preguntar a la embrióloga y también directora de Clínica MARGen, la doctora Raquel Mendoza Tesarik, en base a los casos tratados en su clínica, la cual se fundó hace más de treinta años: “En la medida que se logre el adecuado control de todas las alteraciones endocrinas y metabólicas, las tasas de ovulación, fecundación, embarazo normal y patología obstétrica tienden a asemejarse a aquellas promedio para la población normal”.
En conclusión, y para la tranquilidad de aquellas mujeres que lo sufren, podría decirse que el síndrome de los ovarios poliquísticos, a pesar de ser una de las mayores causas de infertilidad en las mujeres jóvenes, tiene un porcentaje muy elevado de poder conseguir un embarazo si se recurre a la reproducción asistida.