Uñas blancas, amarillentas, con manchas... cualquier cambio puede ser indicador de una enfermedad.
Fuente: 20 Minutos
Las uñas son capaces de revelar sobre la salud de una persona mucho más de lo que se pueda pensar, por ello es importante prestar atención a cambios de color o aparición de manchas en esta parte del cuerpo, y acudir a un dermatólogo para que salir de dudas. Aunque no tienen por qué indicar una enfermedad grave, sí hay patologías que afectan a una o más zonas del cuerpo -riñón, hígado, piel- y donde las uñas juegan un papel para detectarlas.
En otras ocasiones, los cambios en las uñas son también causados por las rutinas que llevamos a cabo, tal y como explica a la BBC la dermatóloga Valéria Zanela Franzon: "La uña del pie está menos cuidada y, a veces, sufre más problemas. La uña de la mano, por ejemplo, puede volverse más amarilla y gruesa", indica la también profesora de la Pontificia Universidad Católica de Paraná (Pucpr).
Estas son algunas de las señales que los expertos piden estar atentos:
- Uñas blancas: la pigmentación blanca puede indicar micosis, psoriasis, neumonía e incluso insuficiencia cardíaca, según señalan. Asimismo, también puede ser señal de falta de nutrientes o una dieta baja en alimentos proteicos. Según la dermatóloga brasileña Juliana Piquet, "tener una uña más pálida también puede indicar anemia. Es causada por la falta de hierro y puede hacer que la uña tenga forma de cuchara y sea más cóncava", destaca.
- Uñas amarillentas: hay diferentes causas o patologías que pueden provocar este tono en las uñas, como un problema genético o el envejecimiento de la propia uña, así como micosis y hongos específicos. Las personas fumadoras también pueden experimentar un cambio de este tipo en sus uñas al estar en contacto con el cigarrillo entre las manos.
- Uñas con puntos blancos: estas pequeñas marcas pueden estar relacionadas con dermatitis atópica, psoriasis o alguna otra patología de la piel o el cabello.
- Uñas azuladas: son menos comunes, pero pueden darse tras el uso de algún medicamento específico, como los que tratan el acné o los antipalúdicos para combatir la malaria.
- Uñas con micosis: este problema suele verse con mayor frecuencia en las uñas de los pies, y su tratamiento debe abarcar, por lo menos, seis meses. También se recomienda evitar lugares húmedos como piscinas o saunas, y no llevar zapatos ajustados o que provoquen calor.
- Uñas con líneas: las denominadas líneas de Beau, unas hendiduras que aparecen en la superficie de las uñas, suelen surgir tras una fiebre alta o tratamiento de quimioterapia. Según indican desde la prestigiosa Clínica Mayo, estas líneas también pueden ser un signo de falta de zinc. Si las líneas son oscuras y solo están en un dedo, podría indicar un melanoma.
- Uñas quebradizas: el contacto con productos químicos suele ser lo que causa este tipo de uñas, aunque también otro motivo muy habitual se debe a una dieta baja en proteínas, biotina u otras vitaminas del grupo B.
- Uñas rojas: si aparece un tono rojizo en forma de media luna, podría señalar la presencia de enfermedades reumatológicas como el lupus o la artritis reumatoide.
- Uñas onduladas: la eliminación de cutículas puede provocar este efecto de ondulación en las uñas. Un efecto similar tiene lugar tras la eliminación de las uñas de gel, una tendencia que cada vez va en mayor aumento.
- Uñas de difícil cicatrización: los problemas de curación de las uñas pueden ser indicadores de diabetes, según advierten los expertos. "La diabetes más avanzada deja la circulación deficiente. La uña se vuelve fea, gruesa y con manchas. Incluso puede tener puntos negros que se conocen como hemorragia en astilla", explica la dermatóloga Juliana Piquet.